Este día comenzó la edición 31 del Gran Concurso Internacional de Elegancia en el restaurante Las Caballerizas, con la participación de más de 400 joyas sobre ruedas, y si bien, se trata de una fiesta automovilística, la suerte no tiene cabida para los implicados.
Pese a que el sol no tiene clemencia y sus rayos atizan en Huixquilucan, nada se compara con la rigidez con la que trabajan los jueces.
La temperatura corporal comienza a elevarse y las primeras gotas de sudor hacen su aparición, sin embargo, esto no es una reacción al imponente sol, sino a la severidad con la que interactúa el juez.
El nerviosismo se refleja en los participantes, lo que puede ser una acción común, como prender las luces de su carro, se convierte en toda una travesía al momento de que lo hacen para un experto.
Cada juez es más que competente en la pieza que califica, Jaguar, Porsche, Renault, MG, Alfa Romeo, Mercedes Benz, Mustang, Mini Cooper, entre otros, en estado original, así como de los autos modificados.
"Encienda el motor", "prenda las luces", "los limpiadores", "ahora las direccionales", "los cuartos", "acelere", "el claxon", "apáguelo", son algunas de las instrucciones que deben de seguir los concursantes.
El juez examina y busca hasta en el último rincón un detalle, analiza la pintura, el interior, el motor, las llantas, defensa, el mínimo rayón le resta puntos, no se diga la corrosión, muy común en autos antiguos pero que en este espacio no tienen cabida.
La revisión termina y justo en ese momento una brisa fresca golpea en la cara de los concursantes, la sonrisa les regresa al rostro y dejan ver lo orgullosos que están de su auto antiguo.
Así comenzó el Gran Concurso Internacional de Elegancia, en el que este año se pueden apreciar un VW Sedan Split Window 1950, un Austin Healey Sprite 1960, Mustang Boss 1970, un Porsche 911 SC de 1982, un Mercedes Benz 320B de 1937, un Chevrolet Nomad 1956, un Ford T 1927 1/2, entre una gran variedad de modelos considerados en la actualidad como verdaderas piezas de arte.