Carros clásicos de la era dorada del automovilismo

Carros clásicos de la era dorada del automovilismo

La historia del automóvil de gasolina, estrictamente hablando, inicia con el modelo Benz Patent-Motorwagen; creado por Karl Benz en 1885. Sin embargo, la verdadera revolución no ocurrió sino hasta que Henry Ford comenzó a producir en masa sus modelos T más de una década después. Desde entonces, y año con año, las diferentes compañías han tratado de superarse las unas a las otras en potencia, diseño y comodidad; pero ninguna ha podido superar a los carros clásicos de la edad de oro del automovilismo.

Durante los veinte años que abarcaron las décadas de 1950 y 1960, el mundo vio algunos de los vehículos más icónicos y emblemáticos jamás producidos, algunos de los cuales aún son considerados como parte fundamental de la cultura popular. Incluso generaciones más recientes de automóviles han buscado presentar a los consumidores con la nostalgia y estilo característicos de esa época.

Aunque existen muchos modelos legendarios, algunos resaltan por su fabricación limitada, otros por su diseño espectacular, otros más por sus apariciones en la televisión y el cine, otros tantos por haber quedado irremediablemente grabados en la memoria de la gente por su amplia distribución. Estos son sólo cinco de los carros clásicos de la edad de oro del automovilismo:

Aston Martin DB5: Diseñado por la constructora italiana Carrozzeria Touring Superleggera y producido por la británica Aston Martin entre 1963 y 1965, es el modelo más emblemático de la compañía. Su salto a la fama se dio en 1964, gracias a su aparición en la película Goldfinger. El actor Sean Connery interpretó al espía de ficción James Bond, y utilizó este vehículo a lo largo del filme. Tras la producción de poco menos de mil 60 unidades, auto se consolidó como un ícono de la cultura popular.

Cadillac Eldorado Brougham Serie 70: Con este monstruo de máquina, Cadillac sentó un gran precedente para la industria de los autos de lujo. Lanzado en marzo de 1957, tenía un costo el doble de alto que otros modelos de la misma serie Eldorado, e incluso los precios de otros carros de ultra-lujo de empresas competidoras eran considerados bajos comparados a los de este titán. Con sólo 704 unidades producidas, el Brougham se convirtió en la insignia del liderazgo de Cadillac en la industria.

Ford Mustang 1967: Los originales casi siempre se convierten en clásicos inmediatos, y esto es especialmente cierto para este modelo. Parte de la primera generación de muscle cars de la compañía, el modelo de 1967 es considerado por muchos como el mejor diseño de la época; y su éxito fue tan rotundo que Ford decidió capitalizar en esta nostalgia a mediados de la década 2000. Los primeros modelos de la quinta generación de Mustang reprodujeron y modernizaron el estilo del 1967, con gran aceptación del público.

Dodge Super Bee 1968: Una joya de finales de 1968, originalmente este modelo fue fabricado como un muscle car "poderoso pero barato". Entre sus características se incluía un potente motor, protección al conductor, una suspensión adecuada para manejo rudo, y llantas de alto rendimiento; lo que lo convirtió una opción confiable para los fanáticos del automovilismo entre 1968 y 1971. Entre 2007 y 2012, la compañía revivió el diseño en sus modelos Dodge Charger LX, que replicaban la característica línea central que dio su nombre al auto original.

Chevrolet Bel Air 1958: Este modelo perteneció a la tercera generación de la serie Bel Air, y era más pesado, más largo y más bajo que sus antecesores. Al contrario de sus competidores, no abusó de los elementos cromados y por ende fue considerado mucho más sobrio que los demás automóviles de lujo del mercado. Chevrolet lo creó con la finalidad que pudiera ser fácilmente modificable con cualquier pieza de la compañía, por lo que en el año de su salida se convirtió en el carro más popular de la industria.

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