"Banco de órganos" para vehículos clásicos

"Banco de órganos" para vehículos clásicos

El número de vehículos clásicos en las carreteras crece y crece. Los propietarios gastan cada vez más en el cuidado y la inspección, por eso no extraña que las automotrices hayan descubierto un mercado y ofrezcan un servicio similar al de los vehículos nuevos.

El último en sumarse ha sido Jaguar, que ha creado el departamento Jaguar Heritage, que concentra todas las actividades de los modelos clásicos.

Muchas marcas ofrecen talleres especiales para la reparación y la restauración, hay clubes y hay consejeros, pero sobre todo, las firmas están construyendo grandes alamacenes de piezas de repuesto a modo de "banco de órganos" para los vehículos antiguos.

Crece la demanda y con ella, la oferta, dice Peter Kober, portavoz de Audi Tradition, cuyo almacén comprende ya 30,000 piezas. El número de peticiones de clientes crece un 80 por ciento cada año. En 2014 Audi procesó 12,500 peticiones de piezas de propietarios de vehículos clásicos.

Para llenar los almacenes, los fabricantes requieren de un gran esfuerzo: asumen el remanente de las producciones en serie, reparan algunas piezas desgastadas o guardan incluso las máquinas en las que se fabricaron las originales. "Nunca se puede saber si no hay que encenderlas de nuevo", dice un trabajador del departamento clásico de Mercedes. Volkswagen y Audi incluso usan detectives que buscan piezas de repuesto en almacenes de todo el mundo y en repisas olvidadas.

Muy bien equipado está el stock de algunas firmas, como el caso de Volkswagen, que cuenta con 60,000 posiciones y cerca de cinco millones de piezas individuales. Manuel Müller, de Mercedes, afirma que la marca cuenta con más de 50.000 piezas.

Se encuentran también en las estanterías viejos tesoros. Volkswagen, por ejemplo, cuenta con un tornillo roscado de drenaje de aceite que ya se usaba en 1946.

Tan diferente como la edad de la pieza de repuesto es el valor: en los almacenes se encuentran desde clips de fijación y destornilladores que apenas valen unos céntimos a grandes piezas de miles de euros. La más cara en Audi Tradition es un motor de un V8 TDI por 26,710 euros (28,859 dólares). Mercedes tiene un adorno del 300 SL por 10,000. Y el ocho cilindros para el Volkswagen Passat W8 con el volante a la derecha lidera con 14,900 euros el listado de precios del Classic-Parts-Sortiment de la marca.

Aunque los departamentos de vehículos clásicos viven sobre todo del ayer, también piensan en el futuro y para ello llenan sus almacenes. Kober, el portavoz de Audi, habla de fundas de asiento para el aún vivo R8. Y Volkswagen cuenta que hay una serie de inscripciones "Edition 30" que se usaban hasta 2008 en una edición especial del Golf GTI. "Seguro que se convertirá en un clásico pasado mañana", afirman desde la marca.

Mercedes, BMW, Audi, Porsche, Volkswagen o Jaguar hacen un buen negocio con estos respuestos. Los coleccionistas, como el amante de los BMW Jost-Martin Dahlhaus, lo saben, pero ven el lado positivo. "Apenas hay problemas de suministro y en 24 horas te envían la pieza", dice Dahlhaus.

Lo bien equipados que están esos almacenes lo demostró BMW hace algunos años al reconstruir un 2002 tii en un 90 por ciento con piezas de recambio 30 años después del final de su producción.

El suministro funciona mejor cuando coleccionista y marca están en el mismo país, pero también funciona bien más allá de las fronteras. "Internet lo hace posible", dice el coleccionista alemán de Mustang Michael Krämer, que recibe habitualmente desde Estados Unidos piezas y que sólo tiene problemas con la aduana y con el tamaño de los paquetes. "Se necesita un poco más de paciencia y de dinero, pero apenas hay dificultades", afirma.

Tampoco Fernando Pisona se puede quejar, aunque el coleccionista de Volkswagen Escarabajo vive en Buenos Aires. Desde que mantiene contacto con VW Classic Parts, la búsqueda de recambios para sus vehículos es mucho más sencilla. No es un caso único, dice el portavoz de Audi: "Nosotros hacemos envíos hasta Australia o Nueva Zelanda y procesamos incluso por ejemplo un pedido de Nueva Caledonia".

Hartmut Loges, sin embargo, sólo puede soñar con un servicio así, ya que su firma fetiche, Borgward, lleva desaparecida desde 1961, aunque tampoco se queja de problemas de abastecimiento: "La comunidad de aficionados de la marca es tan grande y tan bien conectada que pronto se consiguen especialistas y piezas".

Guardar, encontrar, renovar o volver a producir. Algunos fabricantes no se dan por satisfechos. Porsche, por ejemplo, ha puesto a investigar y a desarrollar a sus especialistas en "oldtimers". Como circulan cada vez más vehículos clásicos, el fabricante de deportivos ha desarrollado un sistema de navegación con una presentación histórica para modelos igualmente históricos que no tenían un sistema así porque simplemente entonces no se había inventado.

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