El productor de componentes automovilísticos, uno de los mayores del mundo, indicó que la facturación ascendió el año pasado a 34,500 millones de euros y anunció que espera incrementar las ventas a 37,500 millones en 2015 y hasta los 50,000 millones en 2020.
La compañía atribuyó el salto de ganancias a los avances obtenidos en sus esfuerzos por reducir las deudas pendientes, que se vieron beneficiados por la caída de los tipos de interés.
La única mancha en el balance anual fue la del área de sistemas de propulsión, en la que registró 97 millones de euros de pérdidas antes de intereses e impuestos debido a los lentos progresos que registran las actividades de movilidad eléctrica.
Los accionistas recibirán un dividendo de 3.25 euros por título, un 30 por ciento más que hace un año. "Nuestras finanzas están perfectas", celebró el presidente ejecutivo, Elmar Degenhart. Las acciones de Continental subieron en horas de la mañana un 2.61 por ciento.
Continental es uno de los principales autopartistas del mundo, al igual que la también alemana Bosch, y emplea a 189,168 personas.