Camino de obstáculos para los electroautos alemanes

Camino de obstáculos para los electroautos alemanes

La falta de infraestructura adecuada para cargar los autos movidos por electricidad es uno de los factores esenciales que explican que Alemania, a pesar del papel de vanguardia que inicialmente asumió en energías renovables, no registre mayores avances en la venta al público de electroautos.

Para impulsar a los alemanes a comprar electroautos, el gobierno otorgó un subsidio desde 2015. Se trata de una prima de 4,000 euros para quienes adquieran un vehículo movido solo por electricidad y 3,000 euros para los que adquieran los híbridos, que funcionan con electricidad y gasolina.

Ese subsidio fue acordado entre el estado y la industria automotriz alemana, pero su impacto provocó un reservado entusiasmo por esos vehículos por parte de los consumidores.

En el contexto internacional, la electromovilidad en Alemania está avanzando despacio en comparación con Estados Unidos y Noruega. En éste último país ya se han vendido 100,000 coches eléctricos mientras que en Alemania hay circulando 25,000.

A diferencia de Alemania, Noruega ha expandido su infraestructura para ese tipo de coches y hay muchas estaciones para la carga de electricidad, además que el fisco y el gobierno han promovido su uso en forma masiva desde hace varios años.

En ciudades como Berlín se pueden ver en puntos muy visitados columnas para cargar dos electroautos al mismo tiempo en la vía pública, además de reservar exclusivamente para esos autos lugar donde estacionarse frente a la fuente de energía eléctrica.

Esas tomas de electricidad siguen constituyendo en Alemania excepciones que llaman la atención. Hay incluso un gran estacionamiento subterráneo en el centro de la capital alemana que ofrece una toma de corriente para los autos eléctricos.

La Asociación Federal para la Energía Eléctrica e Hidráulica consideró que para 2020 se necesitarán en Alemania 70,000 columnas para que los electroautos carguen electricidad. Sin embargo, para mediados de 2016 solo había 6,500 columnas con ese fin.

A su escasez se suma además que las diferentes empresas que colocan tomar de corriente para electroautos en una ciudad, están señalizadas por separado.

Esas fuentes de corriente que coloca cada empresa de energía electrica no están todas en un mapa de la ciudad, sino que cada una de esas compañías tiene su propio mapa donde solo se marcan sus columnas de abastecimiento. El conductor de un auto eléctrico tiene por ello dificultades donde obtener abastecimiento.

Los autos eléctricos que se producen en Alemania tienen además otras desventajas que desincentivan a los compradores: son autos más caros que los de motor de combustión de gasolina y diesel.

Otro obstáculo es que hasta ahora los autos eléctricos alemanes solo recorren una distancia comparativamente corta sin necesitar una nueva carga.

Esos autos crean también problemas a los consorcios automotrices porque requieren de inversiones de miles de millones euros para financiar las investigaciones para nuevos prototipos.

Todavía hay un factor mas: las estrictos niveles bajos de emisiones que marca la Unión Europea.

A nivel internacional, los autos Tesla que se producen en Estados Unidos son los que están registrando los avances tecnológicos más rápidos. Su sede está en Palo Alto en Silicon Valley.

Recorre con una carga de electricidad 350 kilómetros. Además se está creando infraestructura con rapidez.

De acuerdo con el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung ya fueron pedidos 250,000 Teslas en Estados Unidos. La empresa que los produce tiene como meta haber colocado en el mercado 500,000 de esos vehículos para el 2020.

Sin embargo, el Instituto alemán para la Rama Automotriz (IfA), que tiene su sede en Nürtinger, considera que los Tesla no son viables aún, de manera que si bien ya hay pedidos y reservaciones en Estados Unidos, la entrega de los autos todavía tardará años.

Ese instituto es de investigación científica abarca el estudio de la parte empresarial de la industria automotriz alemana.

Todos los grandes consorcios automotrices han desarrollado electroautos e híbridos, pero no están preparados para sacarlos en serie al mercado.

En la Feria de París en octubre del año pasado Volkswagen presentó su nuevo electroauto, el Studie ID y la firma Mercedes presentó una nueva submarca para modelos eléctricos.

Ambas automotrices almeanas, sin embargo, considerán que los podrán sacar a la venta a partir de 2020.

El otro auto que presenta buenas posibilidades en el mercado consumidor es el Opel Ampera-E. De acuerdo a los datos de Opel, el Ampera-E puede recorrer 520 kilómetros con una carga; sin embargo, esa marca es filial del consorcio estadunidense General Motors.

Las grandes interrogantes sobre la infraestructura en Alemania permanecen hasta ahora abiertas, quién va a asumir el costo de la red de aprovisionamiento de electricidad para esos autos; el estado, la iniciativa privada o la industria automotriz.

Además, la forma de pago de la carga de electricidad tampoco es estándard en Alemania. Algunas marcas usan el Smartphone para el pago, otras la tarjeta de crédito y otros la tarjeta de cuenta bancaria.

De ahí que el interesado en comprar un electroauto en Alemania se enfrenta a mucha incertidumbre.

Teniendo en perspectiva esas interrogantes, se formó el gremio Plataforma Alemana de Electromovilidad. Es un gremio asesor del gobierno sobre ese tema.

Se integra de 10 altos ejecutivos empresariales, seis políticos, tres científicos, tres asociaciones y un sindicato.

El gobierno alemán, de acuerdo con la Plataforma, ha invertido entre 2010 y 2014 un total de 1,500 millones de euros para impulsar el progreso de la electromovilidad en el país.

El objetivo del gobierno es convertir a Alemania para el 2020 en el mercado y en el ofertador líder de electromovilidad. Según sus estimaciones, se habrán creado para esa fecha 30 mil nuevos puestos de trabajo.

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