Tras 10 días de paro por la amenaza del despido de 800 trabajadores, los empleados de la alemana Volkswagen -en el llamado polo industrial ABC paulista- volvieron al trabajo al llegar el pasado viernes a un acuerdo con la patronal para evitar los ceses.
Marcas como Volvo, Mercedes-Benz y General Motors podrían avanzar planes de reestructuración para reducir su fuerza laboral y pactar los salarios, como consecuencia de la caída de las ventas nacionales y la exportación.
Iniciada a mediados de 2014 debido a la desaceleración económica del gigante sudamericano, la restricción al crédito y la situación económica en Argentina, donde Brasil exporta ocho de cada 10 autos, la crisis del sector automotriz brasileño se agudizó, según cifras oficiales.
Brasil produjo 2 millones 973,000 autos de enero a diciembre de 2014, 15.3 por ciento menos que en 2013, mientras las exportaciones cayeron a su peor nivel en 12 años.
Las ventas nacionales se desplomaron a niveles de un lustro atrás, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores de Brasil (Anfavea).
La crisis llevó a la pérdida de 12,400 puestos de trabajo directos en el sector, pero los expertos indican que serán muchos más los que deberán ser reducidos ante la sobrecapacidad en las armadoras.
“La industria tiene un año más de exceso de capacidad. Ya no puede aguantar más solo con ´layoffs´” (ceses), indicó el consultor David Wong, de AT Kearney.
Wong aludió de esta forma a la extensión de los períodos vacacionales con reducción de sueldo aplicados en Brasil y en otros países como Alemania cuando el sector cae en retroceso.
“La industria de automóviles no pasó por una adecuación en los puestos de trabajo durante algunos años. Posiblemente tendremos este ajuste este año”, según Milad Kalume Neto, de la consultora Jato Dynamics.
También del lado sindical se muestran pesimistas respecto a las perspectivas para este año en el que México podría, por segundo ejercicio consecutivo, ser el mayor productor de América Latina.
“No nos sentimos seguros”, señaló al diario económico Valor Aparecido, Inácio da Silva, presidente del sindicato de metalúrgicos de Sao Caetano del Sur, ciudad en la que General Motors tiene a 950 empleados en régimen de ´layoff´.
Una situación que, con un crecimiento este año de apenas 0.3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), según el Fondo Monetario Internacional (FMI), está lejos de mejorar a corto plazo, pese al potencial de Brasil, un país de 200 millones de personas.
Esta situación contrasta con México, donde el sector vivió en 2014 niveles récord de producción y exportaciones.
De hecho, México produjo 3 millones 219,000 vehículos ligeros en 2014, un 9.8 por ciento más que en 2013.