El belga era sexto y tenía a su compañero de equipo Hayden Paddon en su punto de mira, cuando se salió en la primera pasada por Baranowo, que más tarde sería el Power Stage.
Su coche aterrizó sobre sus ruedas y Neuville pudo continuar a pesar de llevar clavada una valla de madera de dos metros que arrastraba una enorme pancarta de tela. Sorprendentemente, se las arregló para mantener su sexta posición y marcar el undécimo mejor crono en este tramo.
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“Realmente no sé qué pasó”, ha comentado Neuville a wrc.com. “Todo iba bien, pero de repente el coche se salió de la trazada, llegamos a una zanja y volcamos. Fue un vuelco parecido al de Kris Meeke en el shakedown. Simplemente no sé lo que pasó. Perdimos un poco de tiempo, pero el coche no sufrió graves daños. Tuvimos mucha suerte”.
“En general estoy muy contento con el fin de semana. Tuvimos un buen ritmo y estoy contento con eso. Sin un par de malas elecciones de neumáticos creo que podría haber terminado una posición más alta, en la quinta plaza. Sin embargo, podemos afrontar Finlandia con optimismo”.