Ogier había ganado los cuatro tramos cronometrados de ayer, pero una impresionante actuación de Meeke le ha permitido al norirlandés aplastar a sus rivales por 17.0 segundos en el tramo de 53.72 kilómetros.
“Realmente pensé que iba lento. El camino estaba muy sucio. Todo en mi mente se centra en 2017 y si puedo hacer eso con este coche, el próximo año se deslumbra muy bueno”, ha dicho el piloto de Citroen, que se ha situado octavo de la general tras la ponchadura que sufrió ayer.
Andreas Mikkelsen también ha superad a Ogier, el noruego ha sido 0.3 segundos más rápido que su compañero de equipo. Mikkelsen ha relegado a Jari-Matti Latvala a la cuarta plaza, que ha tenido problemas con sus notas.
“Es la especial más agotadora que he hecho, curva tras curva. Un gran desafío”, ha explicado Mikkelsen, que ha comentado las dificultades de saber gestionar el desgaste de los neumáticos y los frenos en un tramo tan largo.
Ogier ha perdido tiempo a los pocos kilómetros de la salida tras cometer un error en una horquilla, aunque ha aumentado su ventaja sobre el segundo clasificado hasta los 52.6 segundos, Thierry Neuville, que ha sido el sexto más rápido con su Hyundai i20 WRC.
“Tuve un mal comienzo. Era demasiado prudente, tal vez demasiado resbaladizo. No quería tomar demasiados riesgos porque es una especial propensa a los pinchazos. No necesito atacar, así que he tratado de pilotar limpiamente”, ha añadido.
Craig Breen ha sido cuarto a pesar creer que su actuación ha sido "terrible", mientras que Hayden Paddon ha sobrecalentado los frenos de su i20 WRC a partir del kilómetro 15 y no tenía confianza en la potencia de frenado de su vehículo para los dos últimos tercios del tramo.
Info tramo: TC5
La Porta - Valle di Rostino 1, 53.72km
Un tramo legendario que no se corría en su formato total desde hacía muchos años. Tiene una técnica sección de bajada desde Pont de Rimitorio en la salida hasta el final en La Porta, antes transcurre por carreteras bacheadas y reviradas por Giocatojo hasta subir el Col Saint Antoine. La bajada cuenta con asfalto nuevo y viejo, cruzando varias poblaciones y volviendo a subir hasta Campile. Las carreteras serpentean por las laderas de las montañas antes de una serie de varias horquillas cerca del final.