Rautiainen ganó su rallye de casa siete veces en ocho años entre 2000 y 2007 junto con el bicampeón del mundo Marcus Grönholm, convirtiéndose en el copiloto con más triunfos en los 65 años de historia de esta carrera.
Ahora, retirado y como comisario de la FIA, Rautainen de 51 años ha explicado a lo que los copilotos se enfrentarán en la octava cita de esta semana del Campeonato del Mundo de Rally FIA, en los siempre complicados y rápidos tramos que transcurren por las pistas de tierra próximas a Jyväskylä.
“Para el copiloto, diría que la lectura de las notas a con suficiente rapidez y de forma comprensible es más difícil en Finlandia que en otros rallyes”, ha dicho.
“En Finlandia, las curvas generalmente están ocultas detrás de los saltos, por lo que es muy importante tener en cuenta en qué lado de la carretera se debe posicionar el coche antes del salto. En la mayoría de las otras carreras, es bastante obvio cuando te aproximas a un salto dónde está la pista después”.
“El mítico tramo de Ouninpohja es un ejemplo perfecto de lo que es el Rallye de Finlandia, sus pistas son muy rápidas y tiene curvas muy largas. Es un tramo en el que el copiloto puede parecer una ametralladora cantando notas”.
Jari-Matti Latvala ganó el rallye de 2015 a una velocidad media de 125.44 km/h, la más rápida de la historia del WRC, y nueve de las 10 citas más rápidas de la historia del WRC han sido en Finlandia.
Rautiainen se rompió una vértebra de la espalda en 2004 después de un aterrizaje violento y comenta que los copilotos deben protegerse de los constantes saltos, ya que los coches volarán más de 70 ocasiones en los 33 kilómetros de Ouninpohja, considerado como el tramo definitivo de esta especialidad en cuanto a valentía se refiere.
“Si sabía que íbamos a saltar, me preparaba y tensaba mis piernas para desplazar el peso un poco hacia arriba. Eso está bien, pero el problema viene cuando el coche salta inesperadamente en un punto que no tienes indicado en las notas durante los reconocimientos”.
“Es difícil porque un copiloto está mirando hacia abajo a las notas todo el tiempo y ahí es cuando te puedes lesionar la espalda. Un piloto puede sostenerse sobre el volante para prepararse, pero el copiloto sólo tiene su cuaderno al que aferrarse”, ha concluido Rautiainen.