“Llegamos a una pista muy padre, tanto a Rubén (Pardo) como a mí nos encantó la pista. En Austin el auto no tenía un buen balance, pero en Road Atlanta quedamos muy sorprendidos porque el coche era una maravilla, se manejaba muy bien; el setting que puso el ingeniero John era fantástico, pero estuvo lloviendo casi todo el tiempo. Salí con la pista entre mojado y seco, luego Rubén en mojado. El segundo día Rubén manejó todo el día haciendo buenos tiempos. Nunca pusimos llantas ‘stickers’ porque no sabíamos si íbamos a correr en lluvia o no”, declaró Contreras, piloto del Porsche 911 No. 08 BYB Extreme Fighting Series/Ingersoll Rand/Global Aircraft Solutions.
“En todas las prácticas estuvimos entre tercero a quinto lugar, un avance muy grande de COTA a Road Atlanta, al adaptarnos bien a la pista. No se pudo calificar por la lluvia. Alcancé a salir con neumáticos para lluvia, me gustó mucho pero desgraciadamente por seguir la estrategia de Porsche, salimos a correr con ‘slicks’. Yo estuve en desacuerdo y Rubén me apoyó porque yo veía que seguía lloviendo pero el pronóstico del tiempo decía que se iba a secar y nosotros al salir con ‘slicks’ sabíamos que íbamos a tener una carrera complicada al principio, pero después al estar en seco, la mayoría tendrían que entrar a pits a cambiar gomas. Los únicos que nos quedamos con ‘slicks’ fuimos los Porsche y Nissan. ¡Nos salió todo al revés! Arranqué la carrera. Muy mal las primeras vueltas, muy peligrosas por los ‘slicks’ y cada vez llovía más fuerte”, aseguró el mexicano.
“Luego tuvimos un problema con el radio, así que ya no supe si tenía que entrar o no. Los Nissan cambiaron neumáticos y el otro Porsche también. Tres vueltas después con un auto inmanejable, entré por neumáticos para lluvia. Salimos a la pista una vuelta atrás porque nos pasaron el primero y el segundo lugar cuando traíamos ‘slicks’, pero cuando salimos con neumáticos para agua, íbamos detrás del líder y lo veníamos alcanzando, nos volvimos el tercer coche más rápido de la pista durante cinco vueltas, porque en la sexta al entrar a la penúltima curva a la izquierda, el motor seguía prendido, pero como si hubiera entrado una alarma, un sensor y el coche no aceleraba”, continuó.
“Entonces pusieron una bandera amarilla, vino una grúa por mí. Me llevaron a los pits, apagaron el master (switch), lo volvieron a prender, volvió a funcionar bien el auto y regresé a la pista. Hicimos la vuelta más rápida en esa vuelta, ya estábamos rodando muy bien. Ya veníamos tres o cuatro vueltas atrás. Rodando muy bien tres vueltas y a la cuarta otra vez el mismo problema: Nos quedamos parados, apagamos el master switch, reseteamos la computadora, volvió a arrancar el auto y salí. Di una vuelta y en la misma curva vino el mismo problema. El ingeniero dijo que era un problema que no se iba a resolver en la carrera y nos retiramos”, dijo.
“Me siento muy frustrado y Rubén más porque no se pudo subir al coche. Siento que teníamos un auto competitivo para acabar en los primeros tres lugares en la general, inclusive para pelear el primer lugar. Veníamos mucho más rápido que el BMW que ganó. Ya en pits nos dimos cuenta que un sensor se mojó y este sensor ‘engaña’ a la computadora para no volar motor, se protegió el auto con los sensores al cortar la potencia al 95 por ciento”, argumentó.
“Ya se acabó la temporada, nos quedamos picados con un sabor bueno y malo a la vez, pero por algo pasan las cosas. Vamos a prepararnos bien para el 2016 que va a ser muy exitoso. Sé que tenemos al ingeniero ideal, el auto competitivo y podemos ganar el campeonato. Este 2015 fue una nueva experiencia estar en IMSA, al compartir el volante con un excelente piloto como lo es Rubén Pardo, tenemos muy buena química, hicimos un gran equipo. Fue una época de aprendizaje, de aprender pistas y el auto”, añadió.
“Asimismo, quiero agradecerle a Mike Vazquez quien es nuestro hermano, nuestro amigo que siempre nos está apoyando y está con nosotros. También le agradezco a BYB Extreme Fighting Series, que es nuestro patrocinador principal y en mi caso, a Román Ruíz mi patrocinador con Global Aircraft Solutions que todas las temporadas me ha estado apoyando. También le doy las gracias a todo el equipo de Rebel Rock Racing porque nos abrieron las puertas, creyeron en nosotros y están contentos. A Ingersoll Rand, que también ha estado apoyándonos y a Voli que también estuvo involucrado con nosotros y ya les contaré el año que entra porque vamos por todo”, concluyó el primer piloto hispano en Series Nacionales de NASCAR.
Rubén Pardo, también habló sobre el evento: “Fue un fin de semana interesante... frustrante. Tuvimos muchos días de prácticas, pero no pudimos concretar. Por otro lado, estoy muy emocionado y muy contento porque hubo un gran progreso en el equipo con el auto y con el ingeniero la comunicación cada vez es mejor. El entendimiento con el auto creo que tanto Carlos como yo ya lo conocemos más al límite. Desafortunadamente tuvimos un problema eléctrico con un sensor y no me pude subir. No obstante, estoy contento con Carlos quien hizo un gran trabajo en todo momento”.
“Estoy muy agradecido con Mike (Vazquez) y con cada uno de los integrantes del equipo Rebel Rock Racing. También quiero agradecer a BYB Extreme Fighting Series, Ingersoll Rand y Global Aircraft por su apoyo para que pudiéramos participar en el Continental Tire SportsCar Challenge y en particular, quiero darle las gracias al equipo HO en México y a mis patrocinadores Citizen, Potosinos, Toyota, Monster Energy, ACE Publicidad, Trofeos Lobo, Brightphone, Under Armour, Oakley, Griffin y SyS, porque me dieron la oportunidad de poder estar aquí y faltar a diferentes actividades que tenía programadas en México, de verdad estoy agradecido con ellos por esa oportunidad y esa confianza. Ahora estoy enfocado en NASCAR México este fin de semana”, finalizó.