Por esa razón, Pemex ha tenido que hacer severos ajustes presupuestales, indicó el funcionario federal al comparecer ante diputados de la Comisión de Energía, en el marco de la glosa del IV Informe de Gobierno del Ejecutivo federal.
“Pemex es finalmente una empresa, y como tal debe estar sujeta a una racionalidad económica. Como toda empresa que se le caen sus ingresos en esta magnitud, necesita hacer ajustes”, señaló.
“Nunca había habido una caída (en el precio del petróleo) en un porcentaje tan alto. Habían caído de 30, 32 dólares (el barril) a ocho a nueve dólares. Nunca había caído de 108 de 109 a 23 dólares”, refirió el funcionario.
Advirtió que el panorama en materia de hidrocarburos no proyecta, en el corto plazo, una mejoría sustancial de los precios del petróleo.
Joaquín Colwell dijo que también se ha hecho una reducción muy importante en la estructura corporativa de Pemex, que representa un ahorro de 234 millones de pesos al año y de 86 millones de pesos al año en los altos mandos de las empresas subsidiarias.
Resaltó que por concepto de viáticos, boletos de avión, arrendamientos, fotocopiado, etcétera, se han logrado ahorros de alrededor de 3,000 millones de pesos adicionales.
Recordó que el gobierno federal ha desplegado diversas medidas para ayudar a Pemex.
“Se le ha capitalizado con 73,500 millones de pesos para que pague a sus proveedores y el impacto en la economía regional sea menor, hoy Pemex le ha pagado al 90 por ciento de sus proveedores regionales”, asentó.
Agregó que también ajustó el régimen de deducibilidad fiscal para Pemex, donde le aportó cerca de 38,000 millones de pesos de esta manera.
“Pemex tenía pasivos laborales muy altos. Hubo una gran negociación entre la empresa y el Sindicato de Trabajadores Petroleros, y esto ha implicado que la Secretaría de Hacienda le otorgue bonos a Pemex por una tercera parte de lo que se negoció en materia de pensiones laborales de los trabajadores”, puntualizó.
Apuntó que el apoyo a la empresa productiva del Estado, ronda los 295,000 millones de pesos y confió en que esto de alguna manera se refleje en la economía de las regiones petroleras.
Indicó que los problemas económicos que se registran en algunas regiones petroleras, como Veracruz, no se deben a la implementación de la reforma energética, sino a la caída tan drástica de los precios del crudo.
El secretario de Energía sostuvo que se requiere que el capital privado venga a complementar el de Pemex para acceder a la riqueza petrolera, y destacó que en materia de refinación se necesita una inversión importante.
“No es posible, ninguna país lo hace, que el gobierno corra solo todos los gigantescos riesgos financieros y geológicos que conlleva la explotación de hidrocarburos”, precisó.
Explicó que si las compañías internacionales están interesadas en las aguas profundas de México, es porque los contratos petroleros son de largo plazo, de 25 y 30 años.
Asimismo, consideró que la plataforma petrolera proyectada para 2017, es perfectamente alcanzable y estimó que el 2016 terminará con una producción petrolera de 2.1 millones de barriles de crudo al día y se cumplirá la meta que se plantea para el 2017.