Pemex pierde 11,600 millones de dólares en el primer semestre

Pemex pierde 11,600 millones de dólares en el primer semestre

Petróleos Mexicanos (Pemex) ha perdido unos 11,600 millones de dólares en el primer semestre de 2015, por la dramática caída de los precios del crudo, y la empresa estatal espera que prevalezcan en los siguientes años debido a la sobreoferta mundial.

La petrolera mexicana considera que la causa de los bajos precios son los excedentes en los flujos petroleros en los mercados mundiales, que son alimentados por países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo como Arabia Saudita (y eventualmente Irán tras el fin de las sanciones a su producción); y por la llamada revolución de hidrocarburos de esquisto en Estados Unidos, gracias a la controvertida tecnología de fracturación hidráulica.

"Pensamos que van a durar varios años los precios en estos niveles e incluso un poco más bajos con mucha volatilidad", dijo en audioconferencia con analistas de los mercados financieros y petroleros el director Corporativo de Finanzas de Pemex, Mario Beauregard.

"La producción acumulada de la OPEP continúa en cuotas máximas, y el acuerdo nuclear alcanzado por Irán, representarán un incremento en la oferta global de petróleo; por eso consideramos que el mercado se mantiene sobreofertado y persistirá la volatilidad en los precios del crudo", agregó el responsable financiero de la petrolera.

La empresa estatal del décimo productor mundial de crudo registró en la primera mitad del año pérdidas netas por unos 11,600 millones de dólares (185,176 millones de pesos), lo cual es un 110 por ciento más que sus pérdidas en la primera mitad de 2014, cuando reportó unos 5,500 millones de dólares menos en sus ingresos a cotización promedio actual (88,248 millones de pesos).

También la producción de petróleo mexicana cayó casi 10 por ciento con respecto al segundo trimestre del 2014, al registrar 2.22 millones de barriles de crudo diarios –a niveles de su producción en los años 80–, debido a una caída generalizada en la extracción de crudo pesado y ligero.

Pemex exporta casi la mitad de su producción, mientras el resto es consumo interno; al tiempo que importa casi la mitad de las gasolinas.

El principal golpe han sido los precios que son más del 40 por ciento más bajos que el segundo trimestre de año pasado (una caída del 44.4 por ciento), a un promedio de 53.95 dólares por barril en el periodo para la mezcla mexicana de crudos pesados y ligeros.

El 90 por ciento de las ventas totales de hidrocarburos de México son petroleras, pero "también los precios que Pemex recibe por la venta de gas natural y petroquímicos están estrechamente relacionados con las referencias internacionales", y se suman a las pérdidas.

Otro factor que ha causado fuertes pérdidas de Pemex es el tipo de cambio del peso frente al dólar, que este martes cerró a 16.26 pesos por cada billete verde.

Las pérdidas han sido anunciadas en el marco de la apertura energética que por primera vez desde 1938 permite la inversión privada en la industria petrolera de México, ha puesto fin al monopolio estatal de Pemex el pasado 15 de julio, con la llamada Ronda Uno de licitaciones.

La petrolera estatal mexicana inclusive se descartó de participar en esta histórica primera ronda, cuya primera convocatoria ofreció 14 contratos en campos de aguas someras, frente a las costas del Golfo de México, de los cuales solo dos fueron asignados para decepción del gobierno de Enrique Peña.

La caída de los precios internacionales del crudo de este año también ha obligado al presidente Peña a recortar unos 4,000 millones de dólares en el presupuesto anual de la petrolera y otro monto similar a los gastos del gobierno.

El derrumbe de los precios del crudo a casi la mitad del pico marcado en 2014, se debe a la sobreoferta de crudo de alrededor de 1.5 a 2.0 millones de barriles diarios en los mercados globales, de acuerdo con el gobierno de México.

En poco más de una década, la producción de crudo en México se ha desplomado en alrededor de 1.2 millones de barriles diarios desde un pico histórico de 3.4 millones de toneles por día alcanzado en 2004, una pérdida de producción de más de la tercera parte (un 35 por ciento menos).

La meta del gobierno de Peña es estabilizar la producción del décimo productor mundial de crudo hacia 2018 alrededor cuando finalice su mandato, a unos 2.5 millones de barriles por día.

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