Daniel J. Pastor, titular de doctorado y profesor asistente de Economía de la Universidad de Texas en El Paso, estuvo a cargo de la elaboración del análisis. El análisis utilizó la herramienta Empleos e Impacto en el Desarrollo Económico (Jobs and Economic Development Impact, JEDI), una herramienta de investigación de la industria que estima el impacto económico de construir y operar instalaciones de producción de combustible y similares. La herramienta JEDI pertenece al Laboratorio Nacional de Energía Renovable, de la Oficina de Eficiencia Energética y Energía Renovable del Departamento de Energía de Estados Unidos, y también se basa en expertos de la industria y gerentes de proyecto. El análisis no incluye los puntos adicionales prometidos por Raven, entre ellos la energía geotérmica, la tecnología de captura de carbono, una estación de bomberos y un hospital.
"Nos chocó conocer la gran discrepancia entre las afirmaciones de Raven y los estimados de un confiable economista de Texas", expresó Bob Bruni, miembro de la coalición STAR y propietario de tierras del sur de Texas. "Luego de ver semejante discrepancia en las cifras, aumentan las dudas sobre la viabilidad del proyecto".
Raven no ha entregado una solicitud de permiso ante la Comisión sobre Calidad Ambiental de Texas (Texas Commission on Environmental Quality, TCEQ), lo cual hace que sea prácticamente imposible que Raven comience las obras de construcción en 2017 y ponga en marcha las operaciones en 2018. El proceso del permiso sobre contaminantes aéreos ante la TCEQ puede demorar dos años, teniendo en cuenta las modificaciones y la probabilidad de una audiencia de caso impugnado, y un período más largo para los permisos geotérmicos adicionales. De recibir el permiso, el estudio calcula que luego demoraría cuatro años construir la refinería, con lo cual iniciaría operaciones en 2023 como mínimo. La dificultad y la escasa confiabilidad de predecir la demanda de los productos petroleros en un plazo de siete años arrojan mayores dudas sobre la viabilidad del proyecto.
Acerca de Texanos del Sur contra la Refinería: Texanos del Sur contra la Refinería (South Texans Against the Refinery, STAR) es una coalición de residentes, propietarios de tierras y organizaciones a los que les preocupa que el proyecto de refinería de Raven Petroleum en el área conformada por los condados de Duval, Webb y Jim Hogg cause contaminación del aire perjudicial, amenace las fuentes locales de abastecimiento de agua y altere la vida silvestre de la zona por generaciones.