La marcha, realizada sobre una carretera cercana a la ciudad de Sao Bernardo do Campo -vecina a Sao Paulo-, reunió a unas 11,000 personas, según la policía, y a 20,000, por los cálculos del Sindicato de Metalúrgicos de la región industrial conocida como ABC.
"Acciones como esta y las demostraciones de solidaridad que hemos recibido alientan los trabajadores a seguir creyendo que es posible una reversión de los despidos", expresó el presidente del sindicato, Rafael Marques.
El alcalde de Sao Bernardo do Campo, el ex sindicalista Luiz Marinho, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), participó en la manifestación y también criticó la decisión de las empresas de despedir a trabajadores.
"Los empresarios deben asumir la responsabilidad de realizar ajustes sin despidos, porque la economía depende del poder de consumo de estos trabajadores, lo que, a su vez, depende de que mantengan sus empleos", expresó.
La automotriz Volkswagen anunció la semana pasada el despido de 800 empleados, al tiempo que Mercedes echó a 260 trabajadores.
En 2014, la industria automovilística brasileña despidió a un total de 12,400 empleados, 1,600 de ellos en diciembre. Se trató de la mayor serie de despidos colectivos realizados en los últimos 16 años por el sector, que hasta noviembre pasado ocupaba a unos 146,000 trabajadores.
Volkswagen y Mercedes justificaron las medidas adoptadas en diciembre a instancias del retroceso que sufrió en 2014 la industria automovilística brasileña, cuyas ventas cayeron un 7.15 por ciento respecto a 2013.
En el mismo periodo, las exportaciones cayeron alrededor del 40 por ciento y la producción de vehículos retrocedió un 15.3 por ciento.
Las centrales sindicales se reunirán el martes en la sede de la Central Única de Trabajadores (CUT), en Sao Paulo, para discutir las acciones que tomarán para evitar nuevos despidos e intentar revertir algunos de ellos.
Según el portal del diario O Estado de Sao Paulo, acudirán a la cita otras centrales sindicales nacionales, como Força Sindical, Unión General de los Trabajadores (UGT), Nueva Central Sindical de Trabajadores (NCST) y la Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB).
El martes pasado, los empleados de la planta de Volkswagen de Sao Bernardo do Campo iniciaron una huelga por tiempo indefinido en protesta por los despidos y para exigir que se respete un acuerdo firmado en 2012, en el que la empresa se comprometió a no llevar a cabo más despidos hasta 2016.
Según explicó en su momento a dpa un portavoz de la empresa germana, Renato Arciatto, el acuerdo fue negociado en base a expectativas de expansión del mercado para la industria automovilística que al final no se confirmaron.
Los empleados consideran que el acuerdo continúa vigente y anunciaron que lucharán para preservar sus fuentes de trabajo.