"Dejamos atrás días movidos, para decirlo con cuidado", reconoció el director ejecutivo del grupo, Martin Winterkorn, ante miles de accionistas en la asamblea celebrada en Hannover, en el norte de Alemania.
El directivo prometió que la mayor automotriz de Europa y la segunda del mundo ya vuelve a "navegar aguas tranquilas" y puede volver a concentrarse en sus negocios.
La cita marcó así el punto y aparte a la guerra interna en la cúpula abierta por Piëch hace tres semanas al decir en una entrevista que se había "distanciado" de Winterkorn.
La frase del directivo de 78 años y nieto del creador del legendario "escarabajo" de Volkswagen fue interpretada como una sentencia a Winterkorn, pero sorprendentemente el consejo de vigilancia dio la espalda a Piëch y respaldó al exitoso director ejecutivo.
Piëch, cuya familia controla el 50.73 por ciento de las acciones del grupo, renunció el 25 de abril a su cargo como jefe del consejo de vigilancia. También su mujer, Ursula, dejó el gremio.
Tras ese enfrentamiento, Winterkorn se mostró hoy conciliador. "Este grupo y su gente, y también yo, tenemos mucho que agradecer al señor Piëch", dijo en la primera asamblea general de la última década en la que no estuvo el patriarca.
El director ejecutivo consideró que Piëch marcó "como nadie" la industria automotriz durante las últimas cinco décadas, como empresario, como ingeniero y como "valiente visionario".
Mirando al futuro, Winterkorn rechazó además "especulaciones" sobre las consecuencias de los roces en la cúpula.
"Ustedes deben saberlo como accionistas: Volkswagen es una empresa bien posicionada y saludable. Una empresa con muy buenos resultados y perspectivas por lo menos igual de buenas".
El grupo dejó claro que se tomará tiempo para elegir al nuevo jefe del consejo de vigilancia que suceda a Piëch. Según pudo saber la agencia dpa, no se esperaba una decisión para hoy en la reunión del consejo de vigilancia posterior a la asamblea.
Entre tanto, Volkswagen dio los primeros pasos en su proceso de descentralización de su directiva y unificó a sus filiales Scania y MAN en un "holding" propio de fabricación de vehículos industriales.
La nueva sociedad de camiones y autobuses, prevista desde hace tiempo, tendrá un consejo de vigilancia propio. El paso podría servir de modelo para la descentralización de otro sectores del grupo Volkswagen.