Eurogrupo pierde la paciencia con Grecia, que se niega a varias reformas

Eurogrupo pierde la paciencia con Grecia, que se niega a varias reformas

Los países del euro están perdiendo la paciencia con Grecia, a la que piden que acelere las negociaciones sobre su programa de ayuda, aunque el gobierno heleno se niega a abordar algunas reformas, como quedó claro hoy en la reunión de los ministros de Economía y Finanzas en Riga.

"Todos tenemos claro que el tiempo se acaba", advirtió el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

El ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, se mostró dispuesto a alcanzar un compromiso, aunque siguió defendiendo las principales exigencias de su gobierno y dejó claro que en sus planes no está recortar las pensiones.

Según el ministro austriaco, Hans Jörg Schelling, existe un "compromiso de Grecia de intentar encontrar una solución con todas las fuerzas y vehemencia, para lo que durante el fin de semana se llevarán a cabo intensas negociaciones".

El objetivo es llegar a un acuerdo con Atenas, añadió el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. "No hay un plan B", afirmó el letón al ser preguntado por especulaciones que apuntaban a que ya no se descartaba una salida de Grecia.

Dijsselbloem y otros ministros insistieron en que sólo tras llegar a un acuerdo se desbloquearán los 7,200 millones de euros (7,800 millones de dólares) del rescate financiero. El Eurogrupo seguirá sus discusiones en su próxima reunión, el 11 de mayo.

El tiempo apremia, ya que el programa de ayuda a Grecia -prolongado en dos ocasiones- concluye a finales de junio. Pero Varoufakis no explicó por cuánto tiempo tiene liquidez. Eso sí, según Dijsselbloem, el gobierno griego mantiene sus compromiso de devolver los préstamos a sus acreedores.

El encuentro de hoy se desarrolló en un clima especialmente tenso. "Exijo urgentemente que se pongan sobre la mesa resultados con los que se puedan tomar decisiones", afirmó el ministro austriaco.

Algunos diplomáticos aseguraron que durante la reunión se produjeron duros intercambios de palabras e incluso ataques personales a Varoufakis. Según informaciones de la agencia Bloomberg, al ministro le habría calificado incluso de "amateur" y de "perder el tiempo", aunque círculos comunitarios no confirmaron si fue realmente así.

Grecia se negó a la exigencia de los acreedores de recortar las pensiones. "Eso no está en línea con la exigencia de estabilizar la economía de mercado social griega", esgrimió Varoufakis. El gobierno de Atenas se niega también a las ejecuciones inmobiliarias en el caso de primeras viviendas. "Una ola de ejecuciones por embargo en una economía inmobiliaria que ya está por los suelos agravaría (...) la crisis humanitaria", advirtió el ministro heleno.

En tanto, el Banco Central Europeo (BCE) apuntó que, en determinadas circunstancias, sigue siendo posible ayudar a los bancos griegos. Para ello, las entidades financieras helenas deben ser solventes y son necesarias ciertas garantías, afirmó hoy en Riga el presidente del BCE, Mario Draghi.

Según Draghi, la situación de la banca griega es inestable y los clientes siguen retirando sus depósitos.

Aunque el presidente del BCE señaló que no se pueden negar los últimos avances en las negociaciones con el gobierno liderado por el izquierdista Alexis Tsipras, subrayó que es absolutamente necesario que Atenas acometa ciertas reformas estructurales. "El tiempo se nos escapa", declaró en el marco de la reunión de ministros del Eurogrupo.

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