Al presentar el punto de acuerdo, la diputada del PRD, Rebeca Peralta León, dijo que de acuerdo a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Distrito Federal corresponde a los jefes delegacionales construir, rehabilitar y mantener las vialidades secundarias, así como las guarniciones y banquetas en su respectiva demarcación.
Dijo que es urgente dar respuesta a las denuncias ciudadanas por el daño causado a sus automóviles, motocicletas y bicicletas que circulan por las vialidades, así como a las personas que necesitan atención médica a causa de sufrir accidentes cuando caminan por banquetas y camellones que están en mal estado.
Señaló que de acuerdo a la Agencia de Gestión Urbana se han detectado alrededor de 90,000 baches en las vialidades primarias, secundarias y terciarias de la Ciudad de México, lo cual ha propiciado aproximadamente más de 120,000 solicitudes por bacheo, reencarpetado y banquetas en mal estado, problema que aumente, en la temporada de lluvias.
Comentó que la Ciudad de México cuenta con una extensión territorial de 1,485 kilómetros cuadrados y está compuesta por 100 millones de metros cuadrados de concreto asfáltico, de los cuales 20 millones corresponden a vialidades primarias que deben ser atendidas por el gobierno capitalino y 80 millones de metros cuadrados le corresponden a las delegaciones.
Dijo que en la actualidad la Ciudad de México implementa un mecanismo para atender el pago a los particulares cuyas unidades automotoras hayan sufrido daños en vías primarias, dejando de lado los daños o lesiones que pudieran ocurrir en vías secundarias que se encuentran en mal estado.
La legisladora dijo que la capital de la República cuenta con un padrón vehicular cercano a los 4 millones 500,000 automóviles según cifras del INEGI, cifra a la que hay que agregar las unidades que nos visitan de otras entidades y que circulan por las avenidas de la ciudad.
La diputada Rebeca Peralta señaló que los hoyos y grietas que comúnmente aparecen en avenidas primarias, secundarias y terciarias de la ciudad son resultado de la antigüedad del asfalto, de la repavimentación artificial y no profunda que se realiza, lo cual al paso de los vehículos propicia en baches, hundimientos que ponen en riesgo la integridad física de los capitalinos y causan daños materiales en las unidades.