Advirtió que la fuente de mayor contribución es el transporte con 45 por ciento de las emisiones, y la proporción del carbono negro es mayoritaria, con 96 por ciento de las mil 222 toneladas emitidas anualmente.
Por ello, contempla implementar y proyectar acciones encaminadas a un desarrollo bajo en emisiones de compuestos y gases efecto invernadero, incrementar la resiliencia al cambio climático, y adoptar los principios rectores del Programa de Acción Climática de la Ciudad de México 2014-2020 (PACCM).
El objetivo principal: aumentar la calidad de vida y el desarrollo sustentable con baja intensidad de carbono en la Ciudad de México y englobar 102 acciones distribuidas con metas concretas en tres pilares: mitigación, adaptación y construcción de la estrategia de resiliencia, y política transversal.
Esta es la respuesta de la Secretaría de Gobierno de la CDMX a un dictamen aprobado por la Cámara de Diputados, relativo a implementar campañas de información y concientización respecto de las afectaciones a la salud humana y, en general, al medio ambiente provocadas por el uso irracional de automóviles.
Los legisladores expusieron que en los últimos años se ha incrementado el parque vehicular automotriz en México estimando que este crecimiento continúe, situación que implicará tener tasas de motorización similares a países industrializados, “pero a diferencia de ellos no contamos con las medidas que controlen las externalidades negativas por el uso de automóviles”.
Relataron que de acuerdo a diversas investigaciones, el uso desmedido del automóvil genera efectos negativos sobre el medio ambiente y propicia la generación de enfermedades, muertes prematuras y por accidentes, lo cual deja a miles de personas incapacitadas y discapacitadas.
Las políticas públicas favorecen el uso del automóvil, mediante la construcción de nuevas vías de comunicación, subsidios a la gasolina, y la eliminación del impuesto a la tenencia. “Estas crean una mayor desigualdad social, ya que en México se estima que entre el 46.3 y el 51.3 por ciento de la población está dentro de una de las categorías de pobreza”, subrayan.
En el documento publicado en la Gaceta Parlamentaria del pasado 25 de mayo, la Secretaría de Gobierno de la CDMX precisó que la meta al 2025 en materia de mitigación directa, es lograr la reducción de emisiones de compuestos y gases efecto invernadero por 31.4 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente –la línea base de emisiones al 2025 esperada es de 36.6 millones de toneladas–.
También aumentarán las capacidades adaptativas y la resiliencia de 8.8 millones de personas, atendiendo la reducción de la vulnerabilidad a los afectados del cambio climático y la construcción de la estrategia de resiliencia de la CDMX.
Esta estrategia representa una visión transversal de la ciudad a largo plazo, en la cual gobierno, sector privado y sociedad civil, comprenden y abordan, de una forma integral en múltiples niveles, las posibles situaciones de desastre y la gestión integral del riesgo.
La dependencia de la CDMX consideró relevante un Fondo Ambiental de Cambio Climático, como un mecanismo para incentivar la implementación de las acciones en esta materia.