El acuerdo presentado por la Junta de Coordinación Política (Jucopo) se avaló en votación económica. Incluye el llamado a los empleados de las entidades federativas y del Distrito Federal, de las dependencias de la Administración Pública Federal, a fin de que secunden esta acción.
Para ello, deberán emitir las disposiciones administrativas correspondientes, con el propósito de que los vehículos oficiales que no estén destinados a labores operativas y a tareas de carácter indispensable, no circulen en esa fecha.
Del mismo modo, que soliciten a sus trabajadores no utilizar automóviles particulares el próximo 22 de septiembre y optar por medios de transporte público o no motorizado.
La diputada Verónica Delgadillo García (Movimiento Ciudadano), proponente del punto de acuerdo, convocó a bajarse del automóvil y usar medios alternativos de transporte, como la bicicleta y colectivos.
“Reducir el número de ciudadanos utilizando un automotor representa un impacto positivo directo en la reducción del volumen de tráfico, en la calidad de vida del aire y del medio ambiente, y en el propio ordenamiento urbano de las ciudades”, apuntó.
Refirió que el 22 de septiembre de cada año se conmemora el "Día Mundial Sin Automóvil", celebración con la que se busca posicionar en la agenda pública de las naciones, la importancia de replantear los esquemas de movilidad bajo perspectivas de sustentabilidad, ordenamiento territorial, protección del medio ambiente y mejora de la calidad de vida.
Delgadillo García lamentó que el modelo auto-persona que impera en muchas ciudades del país evidencia la falta de una visión de largo plazo, al privilegiar el uso de vehículos por encima de los ciudadanos.
Comentó que en la ciudad de México se sigue fortaleciendo el transporte privado, ya que por cada 250 automóviles tenemos a mil habitantes, es decir, crece el uso del automóvil particular.
Urgió a considerar los efectos colaterales que provoca el uso excesivo del automóvil a la calidad de vida y a los niveles contaminantes; además, propuso una visión integral y sustentable de las ciudades del desarrollo que incluya un análisis profundo y serio de las políticas públicas sobre la movilidad en las zonas urbanas.
Destacó la importancia de impulsar los diferentes intereses de ciudadanos y repensar los esquemas de movilidad que privilegien modelos que reconozcan los derechos de los usuarios.
Refirió el compromiso del Estado mexicano y sus instituciones para construir un modelo de desarrollo sustentable e incluyente que proteja el medio ambiente y la calidad de vida.