Pero el irlandés no ha sido el único gran campeón que ha querido apuntarse al fenómeno Brinco. Así, en el reciente Gran Premio de Aragón, el último modelo de la marca del dedo rampante se ha exhibido por el paddock haciendo las delicias de algunas de las estrellas del Mundial de MotoGp
Uno de los que más disfrutaron fue Héctor Barberá. El piloto de la máxima categoría incluso se atrevió a hacer caballitos tanto en el paddock como en la recta de meta de la pista del circuito de Alcañiz. El piloto valenciano resumió entusiasmado su primer contacto con la Brinco “Me parece una experiencia mágica. Yo pedaleo mucho para entrenarme y la Brinco, siendo una moto y una bici al mismo tiempo, me llama mucho la atención. A mi y a todo el mundo, que está flipando al verme por el paddock”.
Otro de los que se animaron a probar la moto-bike de Bultaco fue todo un campeón del mundo de 500cc, Álex Crivillé. El campeón catalán sacó la moto al circuito y se dio una vuelta por la recta de meta del circuito de Motorland al grito de “dale a la Brinco”.
Y fuera del asfalto también hubo un último invitado de excepción. El campeón español de FMX, Maikel Melero, se atrevió a poner a prueba a la Brinco sobre una de las rampas del freestyle motocross. El resultado fue un espectacular backflip para demostrar que la nueva Brinco no tiene límites.