Desde que el emblemático circuito de Suzuka celebrara el 50 aniversario de su inauguración en 2012, el trazado japonés ha venido siendo sede de distintas actividades destinadas a preservar el valioso legado histórico dejado por fabricantes y pilotos en las competencias de automóviles y motocicletas.
El pasado fin de semana se celebraba precisamente el evento “Sounds of Suzuka”, que reunía a tres Legendas del Campeonato del Mundo de MotoGP al manillar de las máquinas sobre las que consiguieron importante éxitos a lo largo de sus respectivas carreras deportivas.
El tres veces Campeón del Mundo de 500cc entre 1978 y 1980, Kenny Roberts, salía a pista sobre la Yamaha YZR 500 que marcó una época en la categoría reina, cuando el piloto norteamericano cambió para siempre el estilo de conducción de los mejores para sacar partido a la salvaje potencia de los motores de "dos tiempos".
Eddie Lawson, Campeón del Mundo de 500cc en 1984, 86, 88 y 89, volvía a ponerse al manillar de la indomable Honda NSR 500 con que ganó el último de sus títulos mundiales después de pasar toda su carrera deportiva como piloto de Yamaha.
Al mismo tiempo, el público también disfrutaba de la presencia de Kevin Schwantz, Campeón del Mundo de 500cc en 1993 y piloto oficial de Suzuki que consiguió memorables victorias en el GP de Japón.
Schwantz rodaba de nuevo en Suzuka sobre la Suzuki RGV Y de 1989, una montura con que ganó hasta seis GGPP y conquistó nueve pole position. El piloto era finalmente cuarto en aquella épica temporada debido a las caídas y los problemas mecánicos.
Sin embargo, la imagen de la Suzuki y el piloto tejano con los colores de Pepsi que quedado como uno de los mayores iconos de este deporte. Schwantz también rodaba con la montura que también le hizo campeón en 1993, ya bajo los colores de una conocida compañía tabaquera.