Yamaha y Ducati recuperan la ilusión

Yamaha y Ducati recuperan la ilusión

Valentino Rossi consigue una épica victoria y se impone a los pilotos de Ducati tras el magnífico estreno de la Desmosedici GP15.

La primera carrera de la temporada del Campeonato del Mundo de MotoGP ha dejado un panorama completamente distinto al que puso fin a la anterior. Si entonces Marc Márquez había acaparado todo el protagonismo por su incontestable dominio de la categoría máxima, en este comienzo de temporada los acontecimientos se han desarrollado de forma muy distinta.

Todo comenzaba a cambiar cuando se apagaban las luces del semáforo en el Circuito internacional de Losail. Tras la magnífica salida de Andrea Dovizioso desde la pole position sobre la nueva Ducati GP15, era éste, su compañero de equipo Andrea Iannone y Jorge Lorenzo quienes tomaban la iniciativa mientras Márquez cometía un error inicial que le relegaba a la última posición. A partir de entonces el campeón en título comenzaba una de sus habituales remontadas sin miramiento alguno, una actitud que dejaba fuera de carrera a Bautista cuando su Aprilia era golpeada por la Honda de Marc, dejando a Álvaro sin frenos y precipitando así su retirada.

Ajenos a todo esto, en cabeza de carrera Dovizioso y Lorenzo intercambiaban sus posiciones mientras Iannone observaba a sólo unos metros y Valentino Rossi se iba acercando al trío de cabeza con la segunda de las Yamaha de fábrica, logrando la vuelta rápida de la carrera en el proceso.

Sin saber con certeza si Márquez sería capaz de alcanzar la cabeza de carrera, los integrantes de ésta eran protagonistas de una de las carreras más espectaculares de los últimos años.

Con el paso de las vueltas tanto Lorenzo como Dovizioso se turnaban el liderazgo de la prueba, hasta que poco a poco Rossi alcanzaba la rueda de ambos. Según pasaban las vueltas “El Doctor” era más y más competitivo, hasta el punto que hacía el final de la prueba Lorenzo y Iannone perdían empuje para dejar a los dos italianos jugarse la victoria.

Mientras tanto Márquez no podía alcanzarles, habiendo superado a su compañero de equipo Dani Pedrosa, aquejado éste por los problemas de antebrazos que arrastra desde hace tiempo y que tras la carrera ha confesado por fin a la prensa.

Las vueltas finales han estado llenas de emoción. Por primera vez en mucho tiempo el invencible Márquez ya no contaba para la victoria y ésta se decidiría entre el nueve veces campeón del mundo y su compatriota, bendecido por el superlativo rendimiento de una montura que apenas había estrenado en el penúltimo test de pretemporada. La última vuelta ponía a prueba el ritmo cardíaco de cualquiera. Desde mediada la carrera Rossi conseguía unos metros de ventaja en la zona mixta del trazado de Losail, pero cuando salían a la recta principal la Ducati imprimía tal empuje que recordaba poderosamente al estreno de Casey Stoner sobre la potentísima moto italiana al comienzo de la temporada 2007. Y Rossi también lo sufrió aquel mismo día.

En la última vuelta Rossi empujaba al límite para lograr unos metros de ventaja que finalmente le daban la más dulce de las victorias, con Dovizioso y Iannone completando un podio de pilotos felices y marcas que han recuperado la esperanza de destronar a Honda.

La victoria de Rossi llegaba después de las dos conseguidas la pasada temporada. Más importante aún resultaba ver al italiano líder de la clasificación del campeonato desde el comienzo de la temporada 2010, cuando se impuso a Lorenzo en la carrera inaugural sobre este mismo escenario.

Es increíble observar a Rossi con este nivel de rendimiento al comienzo de su vigésima temporada en el Campeonato del Mundo. Su triunfo en Losail, el cuarto, iguala los conseguidos por el auténtico emperador del trazado, el retirado Casey Stoner.

Este comienzo de temporada en absoluto descarta a Márquez, sí a su compañero de equipo Pedrosa, que anunciaba su retirada temporal (pero indefinida) hasta que solucione unos problemas físicos complicados y que bien podrían conducirle a la retirada definitiva.

Quienes temían que Márquez llegase a monopolizar las carreras al estilo del pentacampeón Mick Doohan en la década de los 90, están de enhorabuena, por lo menos en Qatar. Una última mención para el piloto español, que ha batido el récord de velocidad máxima de su Honda con 350,3 km/h antes de frenar al final de la recta principal de Losail.

El precioso duelo vivido por la victoria en esta primera salida del año ha conseguido eclipsar hasta al campeón en título, no está nada mal… Pero sería un error olvidar el positivo estreno de Héctor Barberá como mejor piloto Open en décimo quinta plaza, los dos puntos de Maverick Viñales (14º) en su estreno en la categoría sobre la Suzuki o la discreta actuación de su compañero de equipo, Aleix Espargaró, de quien se esperaba más después de sus prometedores entrenamientos.

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