Recordó que la pérdida de tiempo en el tráfico en la ciudad, invariablemente redunda en un deterioro de la calidad de vida de los citadinos, ya que influye en su estado de ánimo, en los tiempos laborales, tiempo extra por viaje y distancias recorridas, entre otros.
Un estudio de la empresa Tom Tom, dedicada al análisis del tráfico de vehículos en el mundo, arrojó que se pierden unas 227 horas al año en el tráfico, por lo que urgió a redoblar esfuerzos y mejorar los servicios de transporte que han sido insuficientes para aminorar el uso de vehículos particulares al no poder considerar el transporte público como una buena opción para sus traslados.
Agregó que no basta con poner en duda la conflictividad que existe para circular en la CDMX, tan solo con salir entre las 6:00 y las 9:00 horas; las 14:00 y 16:00 horas y las 18:00 y 21:00 horas, se pueden constatar los avatares de la congestión de automotores.
Indicó que se debe trasformar la movilidad en nuestra ciudad para reducir los traslados en vehículos particulares mediante la promoción y disposición de opciones viables y sustentables que permitan la movilización de personas, escalonamiento de horarios laborales y, por supuesto, alternativas de trabajo que incidan en la cercanía de los hogares de los trabajadores con sus centros laborales.