Bombardier dijo en un comunicado dado a conocer en la noche del lunes que Bellemare será sustituido a partir del 6 de abril por Éric Martel, en estos momentos presidente y consejero delegado de Hydro-Québec, la compañía eléctrica de la provincia canadiense de Quebec y una de las mayores generadoras de Norteamérica.
Martel con anterioridad fue presidente de la división de aviones de negocios de Bombardier, precisamente la única que el fabricante canadiense retendrá una vez se completen las unidades de producción ferroviaria y de aviones comerciales.
A mediados de febrero, Bellemare anunció la venta de los restos de su división de aviones comerciales a Airbus y la provincia de Quebec por 600 millones de dólares. Días después, la compañía vendió su división ferroviaria a la francesa Alstom por 7,450 millones de euros.
Las ventas orquestadas por Bellemare permitirán a Bombardier acumular entre 6,500 y 7,000 millones de dólares en liquidez y hacer así frente a 9,300 millones de dólares de deuda de la compañía.
Tras la venta de estas dos unidades, Bombardier dijo que se concentraría en la producción de aviones de negocios, un sector en el que es líder mundial y que prevé seguirá en crecimiento de forma significativa en los próximos años.
Pero a pesar de las ventas, las acciones de Bombardier se cotizaban por debajo de 1 dólar antes de la brusca caída de los mercados por la pandemia del virus COVID-19.
El presidente del consejo de administración de Bombardier, Pierre Beaudoin, señaló que "Éric es el líder adecuado en el momento correcto para Bombardier, mientras la compañía completa su plan de reestructuración y se concentra en el crecimiento de su unidad de aviones de negocios".
Por su parte Martel aseguró que quiere conseguir "una compañía de mucho éxito, ágil y concentrada, capaz de proporcionar un servicio sin igual a sus clientes".
Bombardier, con sede en Montreal, emplea en estos momentos algo más de 60,000 personas y mantiene centros de producción e ingeniería en 25 países.