Tras la publicación de los decepcionantes resultados trimestrales de Tesla, Musk aseguró en una teleconferencia que "hay muchas posibilidades" de que este mismo año licencie su software de Full Self Driving (FSD) a un fabricante, "e incluso a más de uno".
El magnate anotó en la llamada con analistas y medios que la empresa tiene previsto producir nuevos modelos de automóviles "a principios de 2025, si no a finales de este año", y destacó, además, las inversiones en infraestructura de inteligencia artificial.
En este sentido, incidió en que es erróneo concebir a Tesla como un fabricante de automóviles cuando, según él, es una compañía de "inteligencia artificial robótica".
Sus comentarios parecen ser la causa de la notable subida en bolsa, pues sus resultados financieros no estuvieron a la altura de lo que esperaban los analistas.
En el primer trimestre de 2024, la empresa vio bajar sus beneficios netos un 55 %, hasta 1.129 millones de dólares, y sus ingresos por venta de automóviles cayeron un 13 %, hasta los 17.378 millones de dólares.
Pese a la subida de esta jornada, en lo que va del año Tesla se ha desplomado en bolsa un 35 %, debido a una notable caída en sus entregas de vehículos, a la competencia en China y a los continuos recortes de precios de la empresa.
Este mes, la compañía se enfrenta a una reestructuración de su fuerza laboral, tras la dimisión de dos ejecutivos y el anuncio de Musk que prescindirá de más del 10 % de su plantilla mundial.
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