El secreto del éxito del Peugeot 3008 DKR Maxi

El secreto del éxito del Peugeot 3008 DKR Maxi

Peugeot preparó a fondo su regreso al Dakar, “obligada” por su brillante pasado en una prueba de cuya historia forma parte. Se creó un equipo con los mejores técnicos y pilotos, pero la base de todo tenía que ser una base mecánica única, un automóvil diseñado para ser competitivo, sólido y fiable en los terrenos más complicados del planeta y bajo condiciones climatológicas extremas.

Tras un profundo estudio de la reglamentación del Dakar, Peugeot Sport se decantó por la configuración buggy de dos ruedas motrices, con un motor V6 biturbo diésel rugiendo en su interior. “Al igual que cuando competimos en las 24 Horas de Le Mans, donde optamos por un coche cerrado, en esta ocasión hemos decidido llevar adelante un concepto diferente al de nuestro principal rival”, declaraba el director Deportivo de Peugeot Sport, Bruno Famin. “Hemos decidido optimizar la idea diametralmente opuesta: las dos ruedas motrices, que, además, ofrece una serie de interesantes ventajas”. Eso sí, se realizó un impresionante trabajo de ingeniería para encajar en una plataforma tan pequeña todos los sistemas necesarios en un coche del Dakar.

Esa base mecánica fue puliéndose año tras año, mejorando en cada uno de sus apartados con la experiencia acumulada, en pruebas y en competición, y la ingente cantidad de datos e impresiones acumuladas por técnicos y pilotos. Gracias a ello, en cada nueva edición del Dakar se presentó un coche más rápido, robusto y fiable que el anterior, y capaz de conquistar esta dura prueba.

Peugeot 2008 DKR. Un productivo “entrenamiento”

Le edición en la que Peugeot regresaba al Dakar después de 25 años se afrontó como un entrenamiento de cara a recopilar toda la experiencia posible sobre el terreno y la competición. Y también con el objetivo de acumular el máximo número de kilómetros para poner a prueba cada uno de los componentes del vehículo en condiciones extremas, a altas temperaturas y a gran altitud.

Este retorno se saldó con un resultado muy positivo: dos de los tres coches participantes llegaron a meta y se recabó una ingente cantidad de información. Stéphane Peterhansel rozó el “top ten”, con la undécima posición, aunque el objetivo no eran los resultados puros. El tercer Peugeot 2008 DKR, pilotado por Carlos Sainz, que había mostrado una gran velocidad y había llegado a colocarse en la cuarta posición de la clasificación general, tuvo que abandonar por un accidente en la quinta etapa.

Peugeot 2008 DKR 16. La recompensa al trabajo duro

La edición 2016 del Dakar, supuso un antes y un después para el equipo Peugeot. El Peugeot 2008 DKR sufrió un rediseño total, basándose en los datos y la experiencia acumulada en la primera participación en esta mítica prueba. Se modificaron numerosos aspectos del vehículo, comenzando por unas vías ensanchadas, una distancia entre ejes más larga y una carrocería con menos voladizos y nueva aerodinámica. Más allá de su piel de carbono, estrenaba suspensiones y un motor V6 de tres litros bi-turbo diésel con más potencia.

El equipo realizó un extenso programa de pruebas, en test privados y en competición real. El doblete conquistado en el Rally de China de aquel año demostró que se iba por el buen camino.

El 2 de enero de 2016 arrancó la 37º edición de Dakar en Buenos Aires (Argentina) y Peugeot no tardó en demostrar su fuerza. El debutante Sébastien Loeb logró la victoria en la segunda etapa, y en los días sucesivos quedó claro que el 2008 DKR 16 había llegado para triunfar. Los Peugeot se impusieron en nueve de las doce etapas de la prueba; y, lo más importante, Stéphane Peterhansel logró el triunfo final, devolviendo a la marca la corona del Dakar.

Peugeot 3008 DKR. Profunda evolución

Diseñar una base sólida y trabajar en una evolución constante, esa es la filosofía del equipo Peugeot. En palabras de Bruno Famin, “nuestro objetivo era acabar con los puntos débiles del antiguo coche y hacer que los puntos fuertes marcasen aún más la diferencia". “Nuestro nuevo coche para el Rally Dakar era desarrollar la expresión más extrema del último SUV de Peugeot, manteniendo el diseño distintivo del coche de carretera”, aseguraba el diseñador, Sebastien Criquet.

De cara a la edición de 2017 se trabajó en profundidad en las suspensiones, se ganó rigidez y se perdió peso. En el motor, se trabajó para que la nueva normativa FIA que reducía el diámetro de la brida de admisión afectara lo menos posible a las prestaciones del 3008 DKR.

El primer triunfo de etapa del 3008 DKR llegó en la segunda jornada del Dakar, con Sébastien Loeb y Daniel Elena a los mandos. No fue, ni mucho menos, la única: llegaron ocho más y, salvo en la primera etapa, siempre hubo un Peugeot entre los tres primeros clasificados. “Monsieur Dakar”- Stéphane Peterhansel- y Peugeot vencieron por segundo año consecutivo y los tres primeros clasificados del Dakar fueron pilotos de Peugeot.

Peugeot 3008 DKR Maxi. Confirmado como el rey del desierto

El Peugeot 3008 DKR Maxi es el culmen de la evolución de una base mecánica que ya es leyenda en el Dakar. Antes de comenzar el rally ya se sabía que sería la última participación de Peugeot en esta y cada uno de los integrantes de Peugeot Sport solo tenían un objetivo en mente: despedirse del Dakar con una nueva victoria.

La de 2018 fue la edición más dura para el equipo, por la complicación de las etapas y los problemas que fueron apareciendo a lo largo del durísimo recorrido. Eso sí, lo Peugeot dominaron la prueba desde sus primeros compases y Despres, Peterhansel y Sainz se fueron relevando en el liderato hasta la victoria final del piloto español. Era la tercera consecutiva de la historia reciente de Peugeot, que se suman a las cuatro logradas entre 1987 y 1990. Hablar del Dakar es hablar de Peugeot y de robustez, fiabilidad, pasión, trabajo en equipo y habilidad para atravesar los caminos más duros del desierto… cualidades inherentes a los modelos de nuestra gama SUV, que llevan en sus genes un pedacito de historia.

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