El director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales Zárate, dijo: “Hay que poner la suficiente atención por parte de la autoridad para evitar la tentación de introducir al mercado mexicano miles de vehículos dañados, siniestrados, por las inundaciones de la temporada de huracanes”.
Recordó que en 2005, con el huracán Katrina, la industria advirtió de los riesgos inminentes para el mercado mexicano ante la apertura de la importación de vehículos usados.
En ese entonces, “no se tomaron las medidas necesarias, ni siquiera se tomó con seriedad la advertencia que hicimos y como consecuencia los resultados fueron desastrosos. Efectivamente, acabaron en México vehículos inundados de damnificados por el huracán Katrina y fue una experiencia negativa para el país”, señaló.
Al respecto, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís Sánchez, dijo que si bien en la actuidad se tienen medidas robustas en materia de importación de autos usados, “ahora serán sometidas a prueba”.
Sin embargo, hay que mantener vigilancia cercana, porque las aseguradoras tendrán muchos autos que destruir o “tratar de mandar a algún lado”, finalizó.