Una de las características en común entre algunos de estos sobrevivientes es que pudieron salvar su vida gracias a la protección del blindaje en alguna de sus modalidades: automotriz, corporal, arquitectónico o táctico.
Para el blindador, cada vez que uno de sus clientes sufre de algún atentado y logra sobrevivir al acto de violencia, es una batalla ganada y la toma como propia porque ese es el objetivo del blindaje: salvar vidas.
John Valbuena, presidente de la Comisión de ética y justicia del Consejo Nacional de la Industria de la Balística del CNB, señala que, una de las políticas de calidad que manejan es que, si la persona que adquiere un chaleco llega a tener un suceso que atente contra su vida, se le cambia la prenda sin ningún costo; por supuesto si es que aún está vigente la garantía (siete años) y si la munición que le disparan es acorde al nivel de blindaje de la prenda.
“Además le hacemos un homenaje porque el chaleco le salvó la vida, le dio una nueva oportunidad de vivir y le damos un reconocimiento. A la fecha tenemos conocimiento de 52 personas a las que nuestros chalecos les han salvado la vida”, señala Valbuena.
Entre los usuarios de blindaje corporal, casi un 40% son elementos de la policía municipal y estatal, un 35% corresponde a seguridad privada, bancos, centros comerciales, entre otros; un 15% son elementos de seguridad, tipo guaruras y escoltas; y el 10% restante son civiles que han tenido algún tipo de imprevisto.
John Valbuena destaca la importancia de que los escoltas utilicen este tipo de prendas, porque cuando se realiza un atentado, el blindaje funciona como elemento disuasivo, de lo contrario, lo primero que hace la delincuencia es dar de baja al sistema de seguridad para que el objetivo quede frágil y puedan acceder sin ningún problema.
Por su parte, René Fausto Rivera Arózqueta, presidente de la Comisión ejecutiva del CNB, quien es especialista en blindaje arquitectónico, comenta que hay dos eventos que marcaron la seguridad del país, la muerte del cardenal Posadas en 1993, que afectó la estabilidad del estado mexicano, y el levantamiento de Chiapas en 1994, que detonó una prevención más ágil y fue cuando se empezaron a reforzar las medidas de seguridad para instalaciones estratégicas, telefonía, luz, electricidad, etcétera.
“En aquella época, el blindaje solo estaba previsto para cuestiones de estado, todo el blindaje era para el sector público. Sin embargo, a partir del primer lustro del 2000, cambia todo el esquema, es cuando comienzan a blindarse empresas y luego particulares, se empieza a tener más sentido de la prevención y a reforzar las medidas de seguridad”, señala Rivera.
Indica que, desde entonces, no sabe con exactitud cuántas vidas ha salvado el blindaje arquitectónico o el valor de la mercancía que no ha sido robada por esta protección, porque muchas veces no se reportan los robos o asaltos, pero si tiene conocimiento de algunos incidentes, por ejemplo, el asalto a una tienda departamental que dos años antes había decidido proteger sus accesos, así como sus áreas con productos de gran valía (como la de alta relojería). Los videos muestran como los asaltantes no pudieron penetrar y no pudieron llevarse un botín de más de 40 millones de pesos, gracias a una inversión de dos y medio millones de pesos, que fue el costo de la protección.
Respecto al blindaje táctico y su eficacia para salvar vidas, Hugo Nieto, presidente de la Comisión de blindaje táctico del CNB, explica que este tipo de blindaje es usado por las fuerzas armadas, así como para el traslado de presos, traslado de valores y, actualmente, algunos de los gobiernos de los estados del país lo han solicitado, sobre todo aquellos donde los índices de violencia son muy altos, como es el caso de Michoacán, que requieren alta seguridad por la misma problemática que tienen.
“Son unidades tácticas que sirven para el calibre .50 porque, hoy por hoy, la delincuencia está usando calibres de alto poder, como las que usaron en el atentado contra el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México. Ahora, desgraciadamente, la delincuencia está muy fuerte y el blindaje ayuda a salvaguardar la vida, así como el traslado de presos de una penitenciaria a otra, para eso se ocupan estas unidades que también, de una u otra manera, han sido atacadas, pero sin incidentes graves”, señala.
Destaca que el blindaje táctico se ocupa para unidades no convencionales que desde su fabricación fueron diseñadas para tal efecto, igual que las que usan las fuerzas armadas, son unidades tácticas que cuentan con neumáticos tipo militar y están recubiertas en su totalidad con blindaje de alta potencia para bloquear cualquier proyectil.
“Podría pensarse que este blindaje solo es para conflictos bélicos, pero no, desgraciadamente la delincuencia organizada cuenta con armas de alto poder, entonces tenemos que prepararnos mejor para hacerle frente. Si no vamos un paso adelante no sé en qué situación de inseguridad caeríamos en la República Mexicana”, puntualiza.
El blindaje automotriz también es muy recurrido por los civiles que están siendo rebasados por la delincuencia. Se ha vuelto una necesidad y las personas están poniendo la seguridad en sus manos. Después de la pandemia se ha detectado un aumento de solicitudes de blindaje nivel 3, que es para un nivel socioeconómico medio y que casi cualquier persona puede adquirir. Se coloca en automóviles que el usuario puede utilizar para desplazarse en una urbe de manera cotidiana, son autos con blindaje para violencia urbana y para proteger de armas cortas.
Un caso de éxito de una de las empresas asociadas al CNB, fue cuando un cliente, en el norte del país, sufrió un intento de secuestro y fue perseguido por varias camionetas que disparaban con armas largas. Al final, el usuario logró escapar en su unidad blindada, saliendo ileso y refugiándose en la alcaldía municipal.
Parte elemental en la industria del blindaje, son los cristales blindados que están fabricados con varias capas de vidrio y materiales plásticos de alta adhesión que, unidos entre sí, forman una placa sólida que evita la penetración de proyectiles porque disipan la energía y restan velocidad a la bala.
Dulce Tafoya, delegada de la Comisión de vidrios blindados del CNB, puntualiza que estos cristales están diseñados principalmente para la resistencia balística, sin embargo, el vidrio arquitectónico tiene un sinfín de aplicaciones, puede ser anti vandálico, anti ruidos, antibalas, anti huracán, anti intrusión o anti explosivos.
El vidrio blindado forma parte de una estructura integral que va a proteger la vida del usuario, ya sea a bordo de un auto o en el interior de algún inmueble, por lo que Tafoya concluye: “gracias a los vidrios, mucha gente ha salvado su vida. Hemos tenido testimonios, tanto en blindaje automotriz como arquitectónico, de gente que ha sufrido ataques o los han querido asaltar y, gracias a los vidrios, tuvieron tiempo de reacción. Por supuesto que, al momento de reemplazar los vidrios, luego de cumplir con su función, se les ofrece un precio preferencial”.