En total se vendieron 4,958,615 coches a lo largo del año, según las cifras publicadas hoy por la Asociación de Distribuidores de Automóviles de Japón (JADA) y la Asociación de Minivehículos (aquellos de menos 660 centímetros cúbicos) de Japón.
Esta caída es la mayor desde el retroceso del 15.1 por ciento que se registró en 2011.
En marzo de aquel año Japón sufrió un terremoto de 9 grados Richter y un tsunami que dejó más de 18,000 muertos y desaparecidos, además de interrumpir las cadenas de suministro y propiciar el segundo peor accidente nuclear de la historia en Fukushima.
Este año, la industria automotriz en Japón ha registrado una recuperación progresiva tras el bache de primavera motivado por el estado de emergencia que se declaró entre abril y mayo en el país asiático por el coronavirus.
La pandemia sigue empañando de momento las perspectivas de ventas de coches este año en Japón, que viene registrando cifras récord de contagios en las últimas semanas y que seguramente active un nuevo estado de emergencia el próximo jueves.