El UAW propuso reinstituir un concepto llamado Banco de Empleos, un factor que contribuyó a la bancarrota del fabricante de automóviles en 2009.
El Banco de Empleos, establecido por GM a mediados de los años 80 y adoptado por Ford y Chrysler debido a la negociación de patrones, generalmente prohibía a los fabricantes de automóviles de Detroit despedir empleados. En la década de 2000, Chrysler tenía más de 2,000 empleados en el Banco de Empleos a un costo asombroso. Estos empleados estaban en nómina activa, pero no se les permitía realizar ningún trabajo de producción.
El UAW ahora está proponiendo lo que equivale a un restablecimiento del Banco de Empleos no solo para los empleados en Belvidere, sino para aproximadamente 900 empleados que se transfirieron de Belvidere y están trabajando en otros lugares.
Por esa razón, la compañía rechazó la última propuesta del UAW porque volvería a los términos y condiciones anteriores a la bancarrota que pondrían en peligro el futuro de la compañía.
La compañía entiende que esta situación es extremadamente inquietante para sus empleados de Belvidere, por lo que acordó durante las negociaciones de 2023 colocar a estos empleados en ERTE, que proporcionan el 74% del salario y beneficios de atención médica completos.
La compañía ha declarado en repetidas ocasiones que los planes para Belvidere se han retrasado, no cancelado. Al mismo tiempo, la compañía no considerará restablecer las disposiciones contractuales que contribuyeron directamente a las quiebras de dos de los "3 grandes".
Stellantis mantiene su posición de que cualquier convocatoria de huelga por parte del UAW sería ilegal. El lenguaje de la Carta de Inversión 311 es claro. Las decisiones que se están tomando para proteger a la empresa y a sus empleados de un mercado altamente volátil y que ralentiza la adopción de vehículos eléctricos no pueden ser un tema de disputa legítima.
Si es necesario, la compañía tiene la intención de llevar este litigio hasta su conclusión y responsabilizará al UAW y a sus habitantes locales por la pérdida de ingresos, que podría ascender a decenas de millones al día, y otros daños resultantes de la pérdida de producción debido a una huelga ilegal.
La compañía permanece disponible para reunirse con el UAW para discutir estos temas en el mejor interés de sus empleados.
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Después de presentar su demanda inicial contra el UAW y el Local 230 del UAW que representaba al Centro de Distribución de Repuestos de Los Ángeles el 3 de octubre, Stellantis presentó ocho demandas adicionales contra el UAW y 23 sindicatos locales el 4 de octubre, lo que provocó una reunión con el UAW el sábado.
