En una apasionante entrevista para el último podcast de WRC Backstories, Breen recuerda sus primeros días y guía a los oyentes a través de su lucha por el título de la WRC Academy en 2010, que llegó hasta el final.
También habla en profundidad sobre una serie de temas, desde cómo sus primeras aspiraciones profesionales eran en realidad las carreras de karts hasta historias divertidas de un viaje en autobús de 65 horas a casa desde el Rallye de Turquía en 2010 y más.
Era el año 2011 y el evento era el Rallye de Gales GB.
El apasionado irlandés había soportado una temporada mixta, pero llegó a la final en Cardiff con una posibilidad matemática de alcanzar la gloria en la WRC Academy. ¿La captura? Él y su copiloto Gareth Roberts necesitaban ganar el rally junto con 14 de las 17 desalentadoras pruebas de velocidad.
"Fue uno de esos en los que hablas de eso al comienzo del mitin e incluso las personas que te entrevistan están pensando: él hizo los cálculos, pero no va a suceder". Breen le dice a Becs Williams.
Su carga tuvo un mal comienzo cuando el coche de delante se salió de la carretera, lo que provocó que la primera etapa de Great Orme se detuviera durante 40 minutos. Una vez que se reinicia la acción, los neumáticos fríos cuestan un tiempo valioso.
Las condiciones del Clásico Rallye de Gales GB, incluida la lluvia y la niebla, plagaron el campo durante el segundo día, pero Breen logró mantenerse en la pista para registrar victorias consecutivas en las etapas hasta la prueba final del día en Dyfnant.
“Había una niebla realmente loca. Recuerdo que tuve que abrir la puerta varias veces para asegurarme de que todavía estábamos en la carretera; eso suena estúpido, pero fue tan malo ”, explica.
"Atrapamos a tres o cuatro autos en el escenario y al final habíamos vencido a todos los equipos que nos rodeaban, así que pensamos que teníamos otra victoria de etapa".
Poco sabía él en ese momento, pero 20 minutos atrás en la carretera, la rival de la serie Molly Taylor acababa de ir 0,7 segundos más rápido.
"En mi opinión, la niebla había cambiado un poco", bromea, "pero eso lo hizo un poco más difícil el último día, que fue alrededor de algunas de nuestras etapas favoritas en Hafren y Myherin".
A falta de seis etapas, la única opción era ir a por todas o perder el campeonato. Todo iba según lo planeado y la mecánica del equipo también jugó su papel durante el servicio final.
“Llevábamos como tres minutos de ventaja, pero teníamos que seguir ganando todas las etapas. Nos penalizamos [tiempo] en el servicio para poder cambiar todos los amortiguadores, los brazos de dirección e incluso la caja de cambios ".
Después de otro par de victorias de etapa, Breen lanzó su Ford Fiesta R2 a la explosión final de Myherin sabiendo que había mucha presión. Un fondo de premios de medio millón de euros estaba en juego, una cantidad que sería fundamental en la siguiente etapa de su carrera.