El catalán fue a más durante toda la prueba, gracias a la competitividad de su coche y haber sabido evitar las trampas en las que cayeron algunos de sus adversarios.
Serviá ganó la cuarta plaza en la última curva antes de cruzar bajo la bandera de cuadros, su mejor resultado de este año, lo que le permite ascender hasta el octavo lugar en la clasificación general.
"He vuelto a tener un gran coche en carrera, un monoplaza para ganar y nos sentimos fuertes. Nos hará falta encontrar más patrocinadores para proseguir después de las 500 Millas de Indianápolis pero ello no impide que en estos momentos me sienta muy feliz. Trabajamos bien, hacemos bien nuestra labor y pienso que algo bueno nos va a suceder", declaró el piloto español.
El próximo objetivo de Oriol Serviá está puesto en las 500 Millas de Indianápolis, la mítica carrera que se disputará el día 26 de mayo y en la que el año pasado terminó cuarto. Será la quinta participación del piloto en el circuito oval más famoso del mundo.