Ante la comunidad de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE) del IPN, dijo que entre ellos está que se originará nueva o diferente competencia, tanto en el plano nacional como internacional.
Asimismo, habrá más exigencia tecnologías para la explotación eficiente, competitiva y segura (incluyendo la perspectiva medioambiental), y que otro punto importante son las alianzas que complementen el perfil de habilidades y competencias que las empresas interesadas actualmente poseen para lograr el éxito.
Observó que en algunas actividades se eliminan las barreras de entrada, por lo que los participantes deberán incorporar diferenciadores de calidad y servicio que satisfagan las expectativas de los consumidores.
En un comunicado, afirmó que México requiere consolidar una visión, estrategia y prospectiva de la energía para hacer frente a los desafíos globales, aseguró al plantear un panorama del sector energético internacional.
Durante la ponencia “La reforma energética y la sustentabilidad, un análisis desde la política pública en México”, indicó que para fortalecer las capacidades actuales del país es necesario formar recursos humanos, vincular y expandir el tejido científico-tecnológico-empresarial e identificar barreras y retos para el aprovechamiento sustentable de la energía.
Lo anterior, subrayó, permitirá en el mediano y largo plazos establecer proyectos estratégicos que coadyuven en el conocimiento y dominio de la energía, propiciar la transferencia tecnológica y promover las condiciones adecuadas para el desarrollo sustentable de este sector.
Valderrábano Almegua destacó que a partir de las tendencias globales y, particularmente, por los retos específicos de esta industria, es imperativo desarrollar un enfoque de sostenibilidad y medioambiente, que permita satisfacer los requerimientos regulatorios y expectativas de la sociedad en general.
La investigora resaltó que actualmente hay una insuficiencia de talento humano, con habilidades y competencias diferenciadas, acordes con las expectativas de las compañías internacionales. Por lo que motivó a los jóvenes a inclinarse por formaciones profesionales que cubran el perfil para aportar al sector energético.