El primero de ellos, es el Acuerdo sobre un Programa Internacional de Energía, hecho en París, el 18 de noviembre de 1974 y enmendado el 9 de mayo de 2014, cuyo objetivo es desarrollar un nivel de suficiencia de suministro de petróleo en casos de emergencia.
El Acuerdo busca implementar un sistema de información internacional sobre el mercado relacionado con este recurso y coordinar políticas en materia de seguridad energética, desarrollo económico y protección del medio ambiente.
La instrumentación del este Programa se efectúa por medio de la Agencia Internacional de Energía, que se integra por una Junta de Gobierno, un Comité de Gestión, y Grupos Permanentes sobre cuestiones de emergencia, mercado de petróleo, cooperación a largo plazo, así como relaciones con países productores y consumidores.
El Acuerdo prevé que los Miembros de la Agencia (conformada por 29 países, además de la Unión Europea), efectúen revisiones periódicas sobre el uso de los recursos energéticos, especialmente en lo que concierne a sus efectos en la economía mundial, y a las oportunidades para favorecer y promover el comercio estable de los mismos.
Se considera que la eventual vinculación del Estado mexicano al instrumento internacional permitirá acceder a la asistencia técnica por parte de expertos de la Agencia y sus Miembros, lo que favorecerá el comercio libre y abierto al prevalecer un ambiente seguro para las inversiones.
Adicionalmente, nuestro país tendrá derecho a participar en la Junta de Gobierno de la Agencia y en sus Comités, para la adopción de políticas y mejores prácticas energéticas internacionales.
México también tendrá acceso a bases de datos especializadas y a la información que en materia de cooperación se genere en el seno de la Agencia, lo que contribuirá a fortalecer la seguridad energética nacional, “estando además en posibilidad de recibir asesoría y recomendaciones en materia de política energética”.
El otro instrumento ratificado, es la Convención Conjunta sobre Seguridad en la Gestión del Combustible Gastado y sobre Seguridad en la Gestión de Desechos Radiactivos, el cual busca garantizar la protección de las personas y del medio ambiente sobre los efectos nocivos de estos desechos.
La Convención prevé la adopción de medidas adecuadas para el diseño, planeación y construcción de instalaciones, la incorporación de tecnologías avaladas y probadas por las partes contratantes, el establecimiento de límites y condiciones operacionales, la obtención de licencias y el intercambio de mejores prácticas.
La vinculación a este instrumento contribuirá al establecimiento de una entidad gestora, lo que se traducirá en un marco más eficiente contra riesgos radiológicos potenciales durante todas las etapas de servicio, siguiendo estándares internacionales y ampliando la cooperación técnica al compartir información y experiencias con otros países.
Fernando Zendejas Reyes, subsecretario de Electricidad, expuso a los senadores los objetivos del Programa Internacional de Energía y explicó que la Agencia Internacional podrá revisar la política energética del país y las tecnologías que se aplican en esta área. Se hará una evaluación quinquenal y sus políticas en la materia podrán obtener recomendaciones con base en las mejores prácticas internacionales.
Alejandro Huerta Bahena, director general adjunto de Desarrollo de Política Nuclear de la Secretaría de Energía, informó que se encuentra en la etapa final de licenciamiento un proyecto para movilizar el combustible gastado a una instalación de almacenamiento en el país y que cumple con los altos estándares internacionales que permitirán incrementar la seguridad y garantizar la protección de las personas y el medio ambiente.
Los senadores que integran las comisiones realizaron cuestionamientos a los funcionarios respecto a los acuerdos internacionales.