Sentí que tal vez no debía estar en el deporte. No era un deseo de dejar el equipo, sino de dejar de correr", ha asegurado en declaraciones a The Guardian.
"Durante un segundo pensé: 'Esto es demasiado, ¿cómo me recupero?'. Pero tras el apoyo de mi familia, mi equipo, los fans, pensé: 'Cometí un error, pero toda este gente y su apoyo me dan una segunda oportunidad'", añade.
McLaren aseguró en el GP de Australia de 2009 que no había dado consignas a Hamilton para que se dejara adelantar por Jarno Trulli (Toyota), con el coche de seguridad en la pista.
Las grabaciones de las conversaciones entre el equipo y el piloto demostraron que sí hubo esas consignas, lo que llevó a los comisarios a excluir a la escudería de la carrera y a un posterior Consejo Mundial a decretar una sanción por tres carreras, posteriormente suspendida.
"Cuesta enfrentarse a la gente cuando sabes que, en cuanto les des la espalda, hablarán sobre ti (...). Poco a poco comencé a darme cuenta de que no todo era energía negativa y de que tenía el apoyo y el respeto de la gente. Eso me hizo más fuerte", apunta Hamilton, campeón del mundo en 2008.