Fisker, de 49 años, y antiguo diseñador de marcas como Aston Martin y BMW, ha alegado desacuerdos importantes para adoptar esta decisión.
Tony Posawatz, consejero delegado de la compañía desde el pasado mes de agosto, confirmó la delicada situación por la que atraviesa la compañía.
Fisker Automotive ha reclamado capital para lanzar su segundo vehículo, el Atlantic, después de que el Departamento de Energía de Estados Unidos congeló un préstamo de 529 millones de dólares.
Con Fisker al frente, este fabricante produjo el Karma, que se empezó a comercializar a finales de 2011 a un precio de 102,00 dólares, y del que la compañía dice haber vendido 1,800 unidades. Este modelo fue construido en Finlandia por Valmet Automotive
Las intenciones de Fisker eran construir el sedán Atlantic en una antigua fábrica de General Motors en Wilmington (estado de Delaware) y se especulaba con un precio en torno a los 55,000 dólares.
Henrik Fisker renunció a la posición de consejero delegado en febrero, cuando la empresa contrató al ex directivo de Chrysler Tom Lasorda, que abandonó en agosto, al ser contratado Posawatz.
Fisker seguía siendo presidente ejecutivo y, desde esa posición, trabajó en la consolidación de la marca en los mercados y en el diseño de futuros modelos.