"Estas tasas serán pagadas por cada categoría de entidades y grupos supervisados", escribió la entidad presidida por Mario Draghi sobre la tarea que asumió a principios de noviembre.
Desde entonces el BCE se encarga de vigilar directamente hasta 130 entidades bancarias de los 18 países de la zona euro para recuperar la confianza en la estabilidad de los bancos que se perdió durante la crisis financiera. Asimismo vigila de manera indirecta a través de las autoridades nacionales competentes las entidades de menor tamaño de esos países. De esta manera, todos los bancos están bajo la misma lupa, sin distinción por países.
El gasto derivado de estas funciones que efectuó el BCE durante el primer periodo y que fue recuperado a través de las tasas, ascendió en 2014 a 29.973 millones de euros.
En total, incluyendo los dos primeros meses de funcionamiento y los gastos previstos para 2015, las tasas anuales ascienden a casi 326 millones de euros, de los cuales, 289.69 millones de euros recaen en entidades y grupos significativos y el resto sobre entidades y grupos menos significativos.