Subrayó que México siempre ha estado entre los lugares 10 y 11 de la competitividad a nivel mundial, y ha demostrado su capacidad en diversas áreas, como la industria automotriz y la aeroespacial, que “son palancas para que le vaya bien al país”.
“El hecho de que el TLC se acabe, no quiere decir que no le podamos vender a esa nación, simple y sencillamente las reglas para la importación y exportación cambiarán”. Aceptó que una eventual cancelación del acuerdo comercial podría afectar al país “pero también a Estados Unidos”.
Se tienen tratados mercantiles con otras naciones y eso obligará a enfocarse en ellos, aunque “continuará el comercio con Estados Unidos. El intercambio de mercancías seguirá “independientemente de que se acabe el TLCAN, porque ellos nos necesitan y nosotros los necesitamos”.
Manifestó su preocupación por la cuestión de los contenidos nacionales que busca imponer Estados Unidos en la industria automotriz a un 80 por ciento; “eso sí nos pegaría pues, aunque se abrirían oportunidades a otros mercados, sería más caro”.
Es necesario contar con un presupuesto suficiente para impulsar e incentivar la capacidad de otros sectores, en especial, del agropecuario y lograr la autosuficiencia.
“Estamos analizando el Anexo 10, en materia de competitividad; no hay muchas modificaciones, está como el de este año y vamos a tratar, como siempre, de que se le asigne más dinero a esta cuestión”. Aún no se ha determinado el monto preciso, pero se espera lograr un recurso de entre 7,000 y 8,000 millones de pesos, sostuvo.