El dictamen, remitido al Senado de la República para sus efectos constitucionales, precisa que para reducir emisiones, las dependencias de la administración pública federal, entidades federativas y municipios, promoverán el diseño y la elaboración de políticas y acciones de mitigación asociadas a los sectores correspondientes, considerando la reducción de emisiones en el sector transporte, y para ello se deberán implementar dichas medidas.
El texto avalado menciona que aumentar el uso de la bicicleta y la facilidad para caminar, son algunas de las formas más prácticas y accesibles para reducir las emisiones contaminantes, además de que fomentan la accesibilidad a mayores oportunidades económicas para personas en condiciones de vulnerabilidad.
Subraya que uno de los desafíos ambientales y sociales más difíciles de nuestro tiempo es la movilidad de las personas y los bienes. En 2030, el tráfico de pasajeros superará los 80,000 millones de pasajeros-kilómetros, un aumento de 50 por ciento, y el volumen de carga crecerá en 70 por ciento a nivel mundial.
En México, indica, el autotransporte utiliza una tercera parte de la energía generada a partir de combustibles fósiles, emite una quinta parte de los gases de efecto invernadero y, en promedio, consume 8 por ciento del tiempo de los habitantes en las grandes metrópolis mexicanas.
Esto, agrega, se debe en gran parte a la actual desconexión entre el desarrollo de las ciudades y la organización de la infraestructura de transporte, por lo que los desplazamientos son cada vez más largos, fatigosos y contaminantes.
Es necesario revertir el modelo de desarrollo disperso que ha provocado la motorización y congestionamiento vial de las ciudades mexicanas, y eliminar la multiplicidad de incentivos al uso del automóvil. Para ello, resulta preciso que el transporte público tenga preferencia sobre el automóvil y emprender medidas que permitan a los ciudadanos optar por dejar sus automóviles en casa.