El nacimiento de un sueño

El nacimiento de un sueño

El 72º aniversario del inicio del Campeonato del Mundo permite al excomentarista de MotoGP Nick Harris revivir grandes hazañas de la época.
Motociclismo

En una mañana seca y despejada, 100 pilotos vestidos con chaquetas y pantalones de cuero negro y con cascos de antaño, se bajaron las gafas y se prepararon para hacer historia. Fue hace ahora 72 años -se cumplieron el pasado domingo (13 de junio de 1949)-, y el escenario era una gigantesca roca de granito situada entre las escarpadas líneas costeras de Inglaterra e Irlanda del Norte.

La primera carrera del Campeonato del Mundo de Motociclismo estaba a punto de comenzar. El estruendo inicial y posterior rugido de las motos monocilíndricas británicas de 350cc irrumpieron en el ambiente de Manx cuando los pilotos se alinearon en la carretera de Glencrutchery, en la Isla de Man. Siete vueltas en la prueba más exigente del mundo para el hombre y la máquina, el desafiante circuito de montaña TT de 60,721 km. La distancia, unos 'meros' 425 km alrededor de una isla que llevaba celebrando carreras de motos en sus carreteras desde 1909.

Cuando el gobierno británico impuso un límite de velocidad de 32 km/h en todas las carreteras, el gobierno de Manx se dio cuenta de que el cierre de sus carreteras para competir podría tener un impacto de gran alcance. Tenían razón y las carreras TT en el circuito de montaña continúan hoy día. No podía haber un escenario mejor o más digno para celebrar esa primera carrera del Campeonato del Mundo, un año antes del Campeonato de Fórmula Uno, que comenzó en Silverstone en 1950.

Tan solo habían pasado 4 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial cuando la FIM alumbró el Campeonato del Mundo. El Mundial, de 6 rondas, se celebraba únicamente en circuitos europeos y constaba de 4 categorías individuales de 125cc, 250cc, 350cc y 500cc, además de los sidecars. Los otros circuitos elegidos fueron Berna (Suiza), Assen (Países Bajos), Spa-Francorchamps (Bélgica), Clady (Ulster, Irlanda del Norte) y Monza (Italia).

La nueva parrilla del Campeonato del Mundo era muy similar a la de finales de los años 30, tanto en personal como en maquinaria. El mayor cambio mecánico fue la prohibición de los motores sobrealimentados y de las máquinas de fabricación alemana.

En muchos sentidos, esa primera carrera de 350cc resumió lo que nos esperaba en los siguientes 72 años. Pura emoción y habilidad, nervios, decepción y tragedia, todo en una sola carrera. El antiguo piloto de bombarderos Les Graham -que había recibido la Cruz de Vuelo Distinguido por su valor en 1944- lideraba la carrera con 19 segundos de ventaja al final de la primera vuelta, pero una rotura del embrague frustró su carrera prematuramente menos de una vuelta después. La AJS de Bill Doran tomó el relevo hasta que su caja de cambios se rompió en la última vuelta subiendo el sector de montaña del circuito. Freddie Frith, con su Velocette, no se enteró del desplome de Doran y marcó la vuelta rápida de la carrera en la última vuelta, camino de una victoria histórica.

Ernie Lyons, del Ulster, completó un doblete para Velocette, con otro piloto del Ulster, Artie Bell, 3º a lomos de una Norton. La mala suerte de Graham continuó en la carrera de 500cc apenas 4 días después, cuando fue víctima de una avería a 3 kilómetros de la meta al romperse el eje del magneto de su AJS. Como era habitual, empujó la máquina siniestrada esos últimos 3 kilómetros para terminar en décima posición. Al final de temporada, fue recompensado al ser coronado como primer Campeón del Mundo de 500cc. Trágicamente, Ben Drinkwater, un habitual del TT, falleció en un accidente en la cuarta vuelta de aquella carrera inaugural de 350cc.

El Campeonato del Mundo estaba en marcha, pero había un gran cambio con respecto a la actualidad. Las 75 máquinas que terminaron la maratoniana carrera de 7 vueltas de 350cc en aquel histórico día eran todas de fabricación británica. ¡Los tiempos han cambiado!.

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