Marc Márquez (Repsol Honda Team) vivió un antes y un después en su carrera profesional, cuando el 19 de julio de 2020, durante el Gran Premio de España, se cayó y se fracturó el húmero del brazo derecho. Aquella lesión provocó que tuviera que pasar por el quirófano hasta en tres ocasiones antes de regresar a la competición casi un año después. Fue en Portugal durante el mes de abril de 2021. Con la Honda, el español logró una meritoria séptima posición. Sin embargo, demostró estar lejos de su máximo nivel y rendimiento, pues aun su brazo no estaba recuperado al 100%.
El español tomó partida durante todo lo que siguió de temporada con la intención de recuperar sensaciones y encarar el 2022 de la mejor manera posible, pero una caída mientras entrenaba a finales de octubre le ocasionó diplopía ocular. Aquel episodio le obligó a perderse las dos últimas citas en Portimao y Cheste. Por esa razón, este invierno Márquez se ha centrado en su recuperación, con la intención de llegar a los Test de Pretemporada en Sepang: "Si tuviera que elegir una palabra para definir mi invierno no sabría cuál escoger. La verdad es que ha habido bastante incertidumbre, en algunos momentos ha sido un poco caótico, pero quizás se resumiría en que ha vuelto a ser otro invierno difícil. Por momentos no sabía cuándo podría volver a competir o si podría volver a hacerlo. Han sido unos meses realmente difíciles".
"El Dr. Sánchez Dalmau me aconsejó hacer un tratamiento conservador en el que se necesitaba tiempo y paciencia. Y así lo he hecho. Gracias a sus consejos, la recuperación ha sido todo un éxito y me he podido recuperar bien de la visión. Estoy muy agradecido a los doctores y ‘fisios’ que me han tratado, y a toda mi familia y equipo que me han ayudado en estos momentos tan difíciles. Entre todos han hecho posible que llegue en buenas condiciones a la pretemporada de MotoGP™", añadió el español.
Su buena recuperación le permitió al de Cervera hace unas semanas subirse de nuevo a una moto por primera vez desde octubre: "Estos últimos meses no he podido entrenar como es debido, pero cuando a mediados de enero el Dr. Sánchez me dio el visto bueno para poder subirme encima de una moto, enseguida intensifiqué los entrenamientos para poder llegar a los tests de pretemporada de la mejor forma posible. Durante estas semanas he podido hacer motocross, pilotar la CBR 600, hacer karting… Al principio tenía agujetas, pero cada vez me he ido sintiendo mejor".
A tan solo un mes vista de la primera carrera de la temporada en Qatar, el del Repsol Honda Team se encuentra en Malasia dispuesto a afrontar su última prueba de fuego, pues los Test de Pretemporada de Sepang serán esenciales para saber si está en las condiciones ideales para competir encima de una MotoGP: "Los tests de Sepang me servirán para ver cómo estoy físicamente y, sobre todo, cómo está mi brazo respecto al año pasado. También servirá para ver el trabajo que ha hecho HRC con la nueva moto y ver dónde estamos".
"Además, estoy deseando llegar al calor de Malasia, porque odio el frío, así que no veo el momento de ir y poder volver a la rutina como deportista. Tengo muchas ganas de subirme encima de la MotoGP; solo de pensar en este momento se me pone la piel de gallina", concluyó Márquez.