Marc Márquez (Repsol Honda Team) se convirtió en el piloto más joven de la historia en conseguir seis títulos mundiales y cuatro de MotoGP. Las matemáticas evidencian el reinado de Márquez: ha ganado el 80 por ciento de los Campeonatos del Mundo de MotoGP en los que ha participado. Pero el de Cervera siempre quiere más: ya está pensando en cómo mejorar para la próxima temporada. Como dice, uno de los puntos en los que puede mejorar es en su “desastroso” comienzo de este año.
“Tras convertirte en campeón, te sientes como: ‘ahora voy a ganar todo’”, explica Márquez, “pero no es así. Tal vez sea también mi carácter, porque sé que el año que viene sólo me voy a acordar de los errores del 2017 y no me voy a acordar de las cosas buenas. Durante este invierno voy a intentar entender dónde tenemos que mejorar. Al comienzo de temporada cometí muchos errores, fue un desastre”.
Después de comienzo de temporada duro, el piloto de Cervera se reencontró con su estilo de pilotaje. Esta temporada ha jugado con el límite y lo ha rebasado en 27 ocasiones, 27 caídas que demuestran que ha sido un año muy complicado: “27 caídas ocurren por algo. No son porque sí, es mi estilo… ocurren porque necesito empujar más allá de los límites”.
Apretando los dientes en los test, donde en varias ocasiones sobrepasó el centenar de vueltas: “En una o dos carreras, no disfruté pilotando la moto. Cada vez que intentaba apretar, me caída. Ese fue el momento en el que tuve que cambiar mi enfoque. Cuanto tienes un buen equipo a tu alrededor, es mucho más fácil Este año me he cañido 27 veces y nunca he tenido una quejar por parte de mis mecánicos, ni un comentario. Sólo me decían: ‘no te preocupes, nosotros reparamos la moto y mañana puedes apretar más si quieres’”.
Respecto a la gran temporada de Andrea Dovizioso (Ducati Team), el de Cervera admite que no esperaba que el italiano fuera tan competitivo: “Al principio de temporada, pensaba que Dovizioso no me iba a batir. Cuando ganó en Mugello me alegré porque le quitó puntos a Maverick y a Valentino. Pero al final he aprendido algo, para las motos y para la vida: no puedes infravalorar a nadie”.
Una vez cerrado el título, Márquez se fue a celebrarlo a su Cervera natal, donde pudo disfrutar del recibimiento de su gente y amigos. Ahora toca un merecido descanso hasta la vuelta al trabajo con los test de Sepang.