"Superamos los límites para dar nueva vida a la tradición": Cevolini

"Superamos los límites para dar nueva vida a la tradición": Cevolini

Livia Cevolini, la primera CEO del motorsport, ha liderado el proyecto que convirtió a Energica en el proveedor único de MotoE.
Livia Cevolini

La familia, la innovación y un deseo imparable de hacer son el chasis, el motor y la energía -renovable- que llevaron a Livia Cevolini a convertirse en la administradora delegada de Energica Motor Company S.p.a., el único proveedor de motos eléctricas que compite en la Copa del Mundo FIM Enel MotoE. Este proyecto es el resultado de toda una vida de entrelazar la ingeniería con la innovación y el trabajo con pasión.

Al crecer en Módena, una de las ciudades del país de los motores, era normal que Livia se despertara en mitad de la noche del sábado al domingo para ver en directo los Grandes Premios que se celebraban en la otra punta del mundo. El automovilismo profesional no sólo era el mercado de referencia de CRP, la empresa fundada por su padre, sino un verdadero estilo de vida compartido por toda la familia Cevolini.

Acostumbrada a caminar por el paddock desde muy joven, cuando era niña Livia soñaba con ser pintora o bailarina: "Todo excepto lo que estoy haciendo -ríe-, aunque en realidad hay algo de eso en mi trabajo". "Desde el momento en que empecé a trabajar en el negocio familiar siempre traté de poner algo que me representara o que implicara mis intereses, combinando todo esto con la técnica".

Vista su pasión, parecía difícil encontrar un punto en común entre los intereses personales y el negocio principal de una empresa a la vanguardia del motorsport. Pero, a veces, el miedo a renunciar a algo importante lleva a ideas decididamente radicales, muy diferentes de las presupuestas: "Después de la escuela secundaria empecé en la escuela de restauración -explica Livia-, pero me di cuenta de que no quería renunciar a lo que mi abuelo y mi padre habían empezado. Me gustaba ese campo pero no me veía en la oficina haciendo proyectos".

Fue entonces cuando tomó la decisión de ingresar en la facultad de ingeniería y luego, con el tiempo, crear su propio espacio dentro de CRP: "En la empresa ya eran muy buenos incluso sin mí, lo que quería hacer era aportar imaginación, talento para combinarlo con la técnica y crear un proyecto ganador. Cuando empecé a trabajar, me di cuenta de que podía vivir en un campo muy técnico, pero podía desarrollar un papel que fuera útil para la empresa y, al mismo tiempo, me hiciera sentir satisfecha. Las mujeres suelen ser más imaginativas, más creativas y más abiertas a la innovación".

Y es precisamente la innovación la que alimenta las ideas y proyectos empresariales de Livia, que así lo detalla: "Si viera los límites, no sería una empresaria. A veces el límite es físico porque no puedes hacer todo lo que tienes en mente. Si hay algo que me bloquea, es la seguridad. Siempre pienso en los demás, en la gente que trabaja conmigo y no quiero ponerlos en una situación peligrosa. Más que obstáculos a superar, nos planteamos retos".

Su padre, Roberto, fue su maestro y modelo tanto en la vida como en el trabajo: "Me enseñó que si te caes, te levantas sabiendo que has aprendido una lección. Si cometes errores significa que estás haciendo algo difícil porque si te mantienes en tu zona de confort siempre harás las mismas cosas, nunca cometerás errores pero nunca aprenderás nada nuevo".

La determinación y el deseo de Livia de no rendirse nunca le ha permitido afrontar nuevos y arriesgados retos que con el tiempo han dado sus frutos: "En 2008 perdimos el 80 por ciento de nuestra facturación. Apagar las luces, una empresa silenciosa… era una situación nueva en 50 años de actividad. En ese momento, miré a mi padre y a mi hermano y pensamos que podíamos empezar de nuevo con un nuevo proyecto, una moto eléctrica, un proyecto que pudiera diversificarse, que nos ayudara a reinventarnos y a salir del momento difícil". Y así es como nació Energica Motor Company S.p.a., la primera empresa en producir motos eléctricas deportivas 'Made in Italy'.

Es una empresa en la que hay mucha italianidad, sobre todo de la zona de Emilia: "En nuestras motos hemos escrito 'Proudly Made In Modena' -orgullosamente fabricado en Módena- porque nuestra zona tiene una historia muy importante con los motores. Made in Italy es sinónimo de alta calidad, rigor en los detalles, pero en lo que respecta a los motores, en nuestra zona llegamos al extremo. Venimos de la tierra donde nacieron Ferrari y Ducati, empresas famosas en todo el mundo por fabricar los coches y las motos más bonitos y de mayor rendimiento. Desde ese punto de vista, tenemos una gran responsabilidad".

Basándose en su experiencia, junto a esta tradición y al deseo de hacer frente a la crisis económica, nacieron los primeros modelos de motos eléctricas e inmediatamente participaron en las primeras competiciones ganando carreras. Fue en esos mismos años cuando, continuando con el desarrollo, nació la moto superdeportiva de carretera Ego, el modelo de partida para la versión de competición, la Ego Corsa, para un nuevo y visionario proyecto planteado por Dorna Sports y la FIM.

"No hay nada nuevo que inventar -dice Livia-. Lo que puedes hacer es inspirarte en algo que ya existe, interpretarlo de forma innovadora para crear una combinación única. Después de todo, eso es lo que estamos haciendo con la Copa del Mundo de MotoE: las motos existían, las motos eléctricas puras, las carreras también, pero lo que no existía todavía eran las carreras de motos eléctricas".

Por otra parte, volver a formar parte del mundo de la competición con un rol protagonista era lo que Livia había estado buscando desde que entró en el mercado eléctrico: "En mi opinión, desde el punto de vista del marketing, participar en un campeonato es muy importante, es uno de los métodos de comunicación más fuertes y más directos para vender tu propio producto".

Comprometida con la búsqueda de la situación ideal, la oportunidad se presentó cuando Dorna Sports y la FIM comenzaron a buscar un proveedor único para crear una nueva Copa. Este fue un desafío intrigante para Livia y Energica, pero al mismo tiempo complejo: "Dorna es una marca muy fuerte, es la empresa número uno del mundo en este sector. Tenían que asegurarse de elegir el único fabricante con el mejor diseño. Nosotros, por nuestra parte, teníamos que demostrar que podíamos ofrecer motos con todas las características y prestaciones requeridas. Somos los únicos fabricantes del mundo de motos eléctricas de alto rendimiento y tuvimos que competir con gigantes para llegar hasta aquí". En resumen, no era nada sencillo recibir el sí, pero la parte más compleja estaba aún por llegar.

"Estamos aprendiendo juntos, nos ponemos a prueba todos los días. Seguimos descubriendo lo que se necesita para hacer un campeonato eléctrico monomarca y Dorna sigue descubriendo cómo mejorar este tipo de Copa. Todo es nuevo para todos pero ninguno de nosotros está satisfecho, estamos en constante comunicación para mejorar cada vez más esta colaboración en la que también participa Enel, que no es sólo un title sponsor sino un proveedor muy importante que da vida a este proyecto. Es un papel en blanco y lo estamos escribiendo entre tres y lo que se ha escrito hasta ahora demuestra que estamos comprometidos con un proyecto ganador".

El estreno de la Copa del Mundo FIM Enel MotoE tuvo lugar en Sachsenring en julio de 2019 un par de meses más tarde de lo previsto originalmente debido a un incendio con el que se quemaron todas las motos en Jerez durante el Test de pretemporada. Fue un episodio inesperado al que Livia reaccionó sin dudarlo haciendo que sus empleados volvieran a casa inmediatamente para reactivar toda la cadena de producción: "Entonces informé inmediatamente a Enel y a Dorna y les dije que reconstruiríamos las motos a tiempo para empezar la temporada en 2019. Las primeras motos se construyeron en un año, las nuevas en dos meses. No había tiempo que perder, sino sólo tiempo para arremangarse y trabajar".

Una dificultad inesperada, una lucha contra el tiempo que vio a Livia y a Energica salir victoriosas: "La primera vez que salí a la pista en Sachsenring y vi todas las motos alineadas me di cuenta de lo que habíamos logrado. No sólo habíamos formado un equipo, no habíamos hecho dos motos, sino que hicimos todo un campeonato".

Las preocupaciones, los miedos, las noches sin dormir pasadas diseñando fueron ya recompensadas durante la primera edición de la Copa del Mundo FIM Enel MotoE, que ahora está lista para volver a la acción con la tercera ronda en 2020, para celebrar el Gran Premio Lenovo de San Marino y de la Riviera de Rimini, programado del 11 al 13 de septiembre en el Circuito Mundial de Misano Marco Simoncelli.

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