Presión, temperatura, fuerzas y superficie, los secretos del neumático

Presión, temperatura, fuerzas y superficie, los secretos del neumático

Una MotoGP es toda una pieza de ingeniería, una maravilla técnica que solo tiene contacto con el asfalto en uno de sus componentes, los neumáticos. Acompáñanos en este repaso de las gomas usadas en el Campeonato del Mundo de Motociclismo y sus características.

Michelin suministra los neumáticos que usan los pilotos del Mundial. Antes del GP,  cada piloto se reúne con su equipo para escoger entre los tres compuestos que ofrece el fabricante, uno para seco y dos para lluvia. En total en cada box se cuenta con 33 neumáticos, 22 de seco y 11 de lluvia que servirán para todo el GP.

Presión

Los neumáticos deben  mantenerse dentro de la presión recomendada por el fabricante, tanto por seguridad como para sacarles el máximo rendimiento. Este año el reglamento indica que todas las ruedas deben llevar sensores. Éstos aseguran que la presión se mantenga en los límites permitidos: Habitualmente 2 bares en el neumático frontal y 1,8 en el neumático posterior. Una presión baja genera un mayor contacto con el asfalto pero pone en riesgo la estabilidad de la moto y puede aumentar en exceso la temperatura. En contra una presión excesiva puede disminuir el agarre.

Temperatura

Para que un neumático de competición funcione de forma óptima, este debe alcanzar una temperatura alta que facilite la adherencia al asfalto. Michelin estipula que las gomas deben estar 1 hora como mínimo en los calentadores del box para alcanzar una temperatura de 90ºC antes de salir a pista. No obstante, recomienda en algunas ocasiones ampliar este tiempo hasta 2 horas. La temperatura ideal rodando en pista para el tren delantero ronda los 100ºC, mientras que el trasero puede superar los 120ºC.

Fuerzas

Al tratarse de una goma a una altísima temperatura, rodando entre una máquina de 150 kilos y el asfalto, un neumático de competición resiste unas fuerzas considerables. Durante una aceleración en recto, la rueda trasera aguanta más de 2.200 Newtons y durante una frenada fuerte, el neumático delantero supera los 2.500. En un giro las fuerzas laterales superan los 2.000 Newtons. Para que nos hagamos una idea, es como tener un peso de más de 200kg tirando del neumático en la dirección en la que se ejerce la fuerza.

Superficie de contacto

Quizás lo más impresionante de todo esto, es que cada neumático tiene una superficie de contacto constante del tamaño aproximado de una moneda de 2€. Además de sostener la máquina sobre la carretera, la rueda es también un órgano sensor para el piloto, especialmente la delantera. Gracias a las sensaciones que recibe de la goma, puede saber en qué condiciones está el asfalto y si tiene suficiente agarre para dar gas. ¡Todos estos datos se transmiten a través de esa pequeña superficie del tamaño de una moneda!

Escoger el neumático adecuado para una carrera es muchas veces la clave de la victoria. No en balde estamos ante uno de los elementos más importantes de este deporte. ¡Marc Márquez y Dani Pedrosa lo saben bien!

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