Según datos de la Conagua, la temporada durará hasta inicios de noviembre, y se espera que al menos nueve ciclones tropicales impacten en el país durante estos meses. Aquí encontrarás algunos datos que debes tener en cuenta acerca de la conducción bajo la lluvia, así como una serie de medidas preventivas que disminuirán las probabilidades de sufrir un percance severo tras una precipitación.
Factores de riesgo
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la causa más común de muerte en desastres naturales provocados por el agua es la conducción por caminos inundados. Los factores de riesgo más importantes asociados a la movilidad en condiciones pluviales son los siguientes:
Infraestructura insuficiente. Según el Cenapred, desde 1960 más de la mitad de la población en México habita en ciudades. Sin embargo, este crecimiento urbano no ha ido aparejado de una inversión suficiente en obras contra inundaciones. Tampoco hay un mantenimiento adecuado de las redes de alcantarillas, ni desazolve de cauces, vigilancia de bordos, desalojo del agua de lluvia en pasos a desnivel, reforestación o retención de escurrimientos en las cuencas.
La fuerza del agua. Odee Ann Leal, directora de Control de Emergencias en Brownsville, Texas, advierte que por cada 30 cm que sube el nivel de una corriente, el agua tiene la fuerza suficiente para mover 680 kg, de modo que una cascada de tan solo 60 cm que se mueva a 15 km/h puede arrastrar casi cualquier automóvil familiar.
La visibilidad. La lluvia puede provocar diversos problemas de visibilidad para los conductores: nublar la luz natural, enturbiar el ambiente, e incluso inducir el llamado efecto spray, por el que el agua arrojada por las llantas de un automóvil se adhiere en pequeñas partículas a los parabrisas de otros autos, creando un velo que impide ver bien.
El efecto aquaplaning. Así se conoce el fenómeno producido cuando un automóvil circula a una velocidad alta sobre una superficie húmeda, lo cual ocasiona una pérdida de tracción. El aquaplaning provoca que las llantas no puedan evacuar a tiempo el agua acumulada por debajo y que se forme una capa deslizante parecida a una pista de hielo que puede hacerte perder el control del vehículo.
Tips de seguridad para conducir en lluvia
Mantén una buena distancia de seguridad respecto de otros vehículos
Para frenar por completo sobre una calle, avenida o carretera mojada, tu coche necesita al menos el doble de la distancia requerida en condiciones normales.
Circula a bajas velocidades
Como la lluvia empeora notablemente la visibilidad y puede hacer que pierdas tracción, debes circular a bajas de velocidades. Si es necesario, enciende las intermitentes para que otros vehículos que circulen más rápido se percaten de tu maniobra.
Evita frenar en exceso
Con la lluvia los caminos se vuelven resbaladizos, por lo que la estrategia más segura para reducir tu velocidad es hacerlo gradualmente. De esta manera, evitarás patinar y salir disparado hacia un obstáculo.
Conduce con tranquilidad
Ser intrépido o manejar estresado son las peores actitudes que puedes adoptar durante un chubasco. Por eso te recomendamos evitar cambios bruscos de dirección, de velocidad o dar frenazos repentinos. De ser necesario, es preferible orillarse y esperar a que escampe.
Mantén limpios los cristales y activa los desempañantes
El efecto spray enturbia los cristales y el vapor de nuestra respiración los empaña. Por esta razón, es fundamental ajustar los limpiaparabrisas a la velocidad adecuada y encender los sistemas de climatización para desempañar las ventanas.
Enciende las luces
Bajo la lluvia, es indispensable conducir con las luces prendidas, incluso si es de día. Al encender las luces, facilitarás que otros conductores y peatones te vean.
Evita circular sobre las líneas blancas
Con la humedad los neumáticos pierden adherencia, y los componentes de la pintura que se utiliza para señalizar la carpeta asfáltica agravan este problema. Circular sobre las líneas que delimitan los carriles, los pasos de cebra o el paso de peatones puede hacer que pierdas el control de la dirección.
Mantén las llantas, los frenos y los amortiguadores en buen estado
En general, cuidar tu coche te permite conducir de una manera más segura y eficiente.
Qué hacer durante un ciclón
La fuerza de la precipitación de un huracán puede averiar el motor de tu vehículo. Y no sólo eso: al conducir en medio de un ciclón corres el peligro de atascarte en baches y alcantarillas que no sean visibles a causa del agua. Además, como ya vimos, la mayoría de los vehículos son vulnerables a sufrir arrastre por la corriente. Por todo esto, el Cenapred recomienda seguir las siguientes medidas si te encuentras en una zona golpeada por un huracán:
Lo mejor es evitar el uso del vehículo y seguir las recomendaciones de las autoridades locales. Si es necesario, dirígete a los albergues de tu localidad.
Si debes conducir durante un fenómeno de esta naturaleza, extrema precauciones, disminuye tu velocidad y enciende tus luces.
Jamás intentes cruzar calles inundadas e inclinadas por las que corra el agua.
Revisa los comunicados de las autoridades para conocer las zonas más peligrosas y evita circular por ahí, lo mismo que por caminos susceptibles de sufrir una inundación.