Conoce más sobre la póliza de tu seguro de auto y conoce que tanto estás protegido

Conoce más sobre la póliza de tu seguro de auto y conoce que tanto estás protegido

Como un papel más en la guantera o como un PDF olvidado entre miles de correos electrónicos es como se suele tratar a una póliza de seguro de auto. Lo cierto es que cuando un imprevisto ocurre se desconoce a qué número marcar, cuál es el proceso que se debe seguir para llamar a un ajustador o, incluso qué se recibirá de la aseguradora.
Infografía Seguros

Para informarnos sobre el tema los expertos de Guros.com, startup de tecnología que te permite comparar y comprar tu seguro de auto, comparte una guía básica para entender qué contiene tu póliza de seguro

1. ¿Quiénes intervienen en el proceso de adquirir un seguro?

El contratante es quien se compromete a cubrir la prima (el precio que pagas por el seguro); el asegurado es quien recibe la cobertura de la póliza; el conductor es una persona capacitada legalmente para manejar el vehículo con el consentimiento del propietario de la unidad; y por último está el beneficiario, quien recibiría la indemnización en caso de algún siniestro.

Si bien puede ser tu nombre el que aparezca en todos los rubros, hay ocasiones en que se trata de un auto para toda la familia y varias personas estarían bajo el cobijo de la póliza. De ahí que todos los usuarios deban enterarse de los términos del seguro, así como de los pasos a seguir en caso de necesitar ayuda de la empresa que contrataron.

El perfil de los usuarios es muy importante ya que el importe de una póliza puede variar según la edad de los asegurados, la zona en la que viven o las distancias que transitan. Todo esto nos llevará a elegir el tipo de cobertura que realmente necesitamos. Por ejemplo, si compras un seguro de auto para uso particular y ocupas el coche para transportar a clientes, tu póliza podría invalidarse durante un accidente, ya que no cumples con el uso que indicaste le darías a la unidad.

2. Datos del vehículo:

Los datos que también aparecen como protagonistas en la póliza son los del vehículo. Modelo, marca, serie, placas y número de motor deben registrarse de manera correcta para evitar inconvenientes. Si algún dígito tiene error podría invalidar el servicio. Así que no tomes a la ligera la revisión exhaustiva del documento.

3. Vigencia de póliza:

Los seguros tienen una fecha de inicio y de término, presta atención en la vigencia de tu póliza y renueva a tiempo para mantener protegida a la unidad y sus ocupantes. Son comunes las quejas de que las aseguradoras no te dan el apoyo adecuado al momento del siniestro, pero lo cierto es que gran parte de los inconvenientes los podríamos ahorrar si hasta este punto estamos seguros de que la póliza está hecha a nuestra medida y siempre vigente.

4. Alcances y restricciones:

En la primera parte (la carátula), incluso antes de decirnos qué cubrirá el seguro, la póliza revela las herramientas para conocer los alcances, exclusiones y restricciones de la misma. A veces, por hacer de la póliza un documento más conciso solamente se comparten los sitios web donde se pueden ver las “letras chiquitas”. No firmes la póliza sin antes consultar y conocer realmente esos detalles.

También es importante compartirte que existe el artículo 25 de la Ley sobre el Contrato de Seguro, mediante el cual se especifica que si el contenido de la póliza no concuerda con lo que te ofrecieron, tienen 30 días para realizar una rectificación. A estos cambios se les llama endosos.

5. Datos de la aseguradora:

En esta primera parte de tu documento también conocerás la dirección de la aseguradora que contrataste y los datos básicos para contactarlos en caso de siniestro. Tanto el número de la póliza como los puntos de contacto de la empresa que elegiste son datos que debes tener a la mano y compartir con quienes conducen o viajen regularmente en el vehículo.

6. Información de cobertura:

La decisión más importante en una póliza es el tipo de cobertura. Responsabilidad Civil es la básica, y es aquella que cubre los daños y perjuicios que causes a la salud o a los bienes de otra persona durante un siniestro. Pero, ¿qué pasaría con los gastos de tu vehículo si solamente pagaste este rubro? La respuesta es sencilla: la reparación de tus daños saldría de tu propio bolsillo. Se estima que en promedio, el costo de un accidente es de 24,000 pesos.

Una póliza con Cobertura Amplia, según el proveedor que la ofrezca, puede incluir las reparaciones de tu vehículo y, dependiendo la negociación que elijas, cubriría pérdidas materiales por robos de piezas, pago de un deducible en caso de robo total de la unidad, defensa legal, protección jurídica de abogados, asistirte en cuestiones viales como proveerte de gasolina, ayudarte a cambiar una llanta, cubrir los gastos médicos de los ocupantes en caso de accidente, apoyo cuando los daños de tu auto se den por cuestiones de catástrofes naturales como inundaciones o temblores; e incluso proveerte de un auto sustituto mientras el tuyo va al taller.

7. Cobertura de póliza

El dato de qué cubre tu póliza, las sumas que pagarías como deducible o cuánto recibirías como beneficiario si el conductor fallece también se detallan en la póliza. Es momento de revisar si realmente recibirás de tu compañía lo que tienes en mente, o si estás protegido con lo básico.

Ahora bien, en México, más que por cultura de prevención, los conductores suelen pagar la póliza por cumplir el requisito de circular en un auto asegurado, o porque al adquirir el vehículo con un crédito en la agencia se condiciona a endosar este documento. La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018 estima que sólo 3 de cada 10 autos mexicanos están protegidos con un seguro de auto.

Gran parte de los usuarios hacen la toma de elección de una aseguradora por la oferta que reciben, pero es importante recalcar que en cuestión de pólizas para mantenerte a salvo mientras conduces no siempre lo más barato es lo mejor; así como no todos necesitan la póliza más cara del mercado para estar protegidos.

Si tienes una póliza vigente es momento de revisar qué es lo que realmente firmaste. Si estás por comprar o renovar el seguro de tu vehículo, reflexiona sobre el valor de la póliza versus la tranquilidad de estar a salvo. Proteger tu unidad es también cuidar tu integridad y la de quienes viajan contigo.

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