Ernesto Mizrahi Haiat, presidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), y a nombre de los miembros de esta organización de la industria, que es referente para América Latina y Estados Unidos, señala que existen dos importantes rubros que en materia de seguridad se deben analizar:
- A los enemigos tradicionales de Estados Unidos se les sumarán otros, además de que ya existe una probabilidad marginal de conflictividad social interna, que dada la naturaleza e historia de lucha del pueblo estadounidense puede dar cabida a episodios recurrentes de violencia.
- Europa y otras regiones con mayor desarrollo, ya están recibiendo una fuerte presión social de refugiados, desplazados y migrantes legales de bajo nivel socioeconómico, lo que desafortunadamente tiene un vínculo directo con el nivel delictivo y las manifestaciones nacionalistas tanto pacíficas como violentas.
Ante un panorama poco alentador para América Latina, el sector mexicano del blindaje automotriz y su vasta red de proveedores tienen muchos adeptos para aprovechar la coyuntura socio-política-económica que se registrará a partir de 2017, entre los cuales destacan los siguientes puntos:
• México es un vecino, socio y miembro confiable de Estados Unidos y la OCDE.
• Posee una industria actualizada en modelos de vehículos de comercialización internacional y muchos de los grandes fabricantes de automotores cuentan con armadoras en nuestro país.
• Los productos tienen probada calidad bajo fuego real y cotidiano en uso público y privado.
• Es un sector que ha cobrado progresiva formalidad representado por la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA) como en otras blindadoras a nivel nacional y en su regulación administrada por la Dirección General de Seguridad Privada del gobierno federal.
• Es el único país latinoamericano con empresas con certificación integral de blindaje, muy importante, pues muchas blindadoras norteamericanas no cuentan con esta relevante acreditación.
“El tren viene y tenemos todo, excepto el boleto de abordaje, uno que requiere (al igual que otros sectores productivos) de una auténtica revisión y planificación orientada a ganar competitividad internacional”, afirma Mizrahi Haiat.
Por ello, afirma, el boleto requiere “desaprender” el modelo comercial doméstico y “aprender” uno globalizado para que el sector de blindaje automotriz mexicano logre efectivamente su inserción en el mercado internacional, y tiene que construir una marca de país apuntalada por una estrategia parecida a las de empresas de telecomunicaciones asiáticas, precios competitivos de mercado.
Lo anterior a largo plazo se convierte en más clientes y procesos más eficientes, y en paralelo (logrando participación de mercado), gestión para la innovación, que significa invertir en investigación y desarrollo, crear productos únicos (patentados) o con diferenciadores incuestionables; el plateau vendría dado por un blindado con características únicas que pocos competidores internacionales pudiesen replicar o superar, tal y como ocurre con los productos bajo el Sello AMBA.
Desafortunadamente –analiza el presidente de la AMBA-, la principal barrera no está en los medios materiales o la capacidad de los mexicanos para lograrlo, sino en el comportamiento del mercado doméstico que es la fuente principal de los ingresos de la industria. Mientras los clientes compren por recomendación de un “amigo” y no por análisis técnico, y los blindadores poco profesionales no quieran arriesgar a la disrupción, el único tren que abordarán es el local o peor aún: Desaparecerán del escenario nacional.