Cabify inconforme por la revocación de su licencia en Puebla

Cabify inconforme por la revocación de su licencia en Puebla

Las autoridades del estado de Puebla han revocado la licencia de Cabify, quien se ha manifestado inconforme por la acción de la autoridad.

De acuerdo al comunicado, la empresa expresa claramente haber cumplido con las regulaciones existentes y exhibe parte de su proceso de solicitud de antecedentes penales a sus conductores.

El comunicado señala:

Respetamos a las autoridades y a los diferentes agentes del gobierno, pero en este caso en concreto, manifestamos nuestra inconformidad". De esta manera, Cabify intenta dejar en claro que hizo todo lo que estaba a su alcance, en apego a la ley y que el tema excedió su responsabilidad.

Para dejar una impresión mas o menos limpia ante la opinión pública, no solo demuestra haber hecho las cosas bien al exigir un certificado de antecedentes no penales, sino pone el foco en que el homicidio es el número 59 de acuerdo a la Fiscalía General del Estado de Puebla. ¿Entonces Mara Castilla fue una más para Cabify?

Su manera de cuidar la imagen, como si eso fuese algo válido en este contexto de cosas, es negar incumplimiento y afirmar que todo se ha hecho bien. Al menos, eso es lo que la empresa manifiesta en su cuenta de Twitter.

Una compañía, cuando decide crear un negocio, debe saber que tiene beneficios y también riesgos. Su límite se encuentra cuando las vidas de las personas están en peligro y el caso de Cabify aquí no es una excepción. La tecnología pudo haber brindado información en tiempo real, pero ello no justifica la atrocidad cometida por su conductor. Tampoco justifica que en Puebla exista feminicidio ni que si el atroz hecho se hubiera producido en otro medio de transporte, las cosas hubieran sido diferente.

La discusión no es si la empresa hizo bien o no, cuando contrato al conductor o si actuó rápido cuando se hizo la denuncia de desaparición de Mara Castilla. La inconformidad de Cabify carece de sustento ante un hecho de tamaña magnitud. La tecnología y la velocidad de la información, pusieron el negocio en tela de juicio ante la opinión pública. El lamento y la justificación sobran.

En los negocios, a veces se pierde, se aprenden lecciones pero se debe evitar perder vidas. Esto no está en la mente de los ejecutivos de Cabify, ni de forma preventiva ni tampoco reactiva. La insensibilidad, inmadurez y poca visión de no saber como mitigar un riesgo, desnudan el descuido de empresarios, inmersos en su voracidad por el mercado. Lamentablemente olvidan cuestiones elementales de la administración de empresas.

¿Podrá la inconformidad de Cabify sostener una batalla contra la opinión pública? ¿Será la postura de victima y un ataque estéril a las autoridades una solución a su imagen?

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