Guía básica del transporte de valores

Guía básica del transporte de valores

La industria de la seguridad es una de las más grandes del planeta, no sólo por el gasto que realizan los gobiernos año con año en la industria, sino también por el interés de las empresas privadas en adquirir este tipo de servicios. Aunque hay muchas formas en cómo se puede presentar el sector, como por ejemplo en forma de dispositivos de vigilancia, compraventa de equipo de protección y defensa o instalación de sistemas de seguridad tecnológicos, una de sus ofertas más conocidas es el transporte de valores.

En su definición más estricta, este servicio permite a bancos, negocios y compañías transferir de forma eficiente y segura, objetos de valor, dinero u otros activos de riesgo. Esto se logra mediante múltiples mecanismos que involucran personas, dispositivos especializados y procedimientos estrictos para que, mediante una correcta coordinación, puedan asegurar el "bienestar" del cargamento antes, durante y después de su traslado.

La mayoría de la población relaciona las camionetas de valores con la extracción de efectivo en cajeros automáticos o establecimientos comerciales, pero la lista de objetos que puede transportarse es mucho mayor: nóminas, mensajería, documentos delicados, custodia de joyería u obras de arte. Este amplio abanico de posibilidades de transporte no sólo lo hace un servicio atractivo a las compañías, su realización es una tarea en extremo cuidadosa y complicada.

Existen múltiples variables al momento de definir una correcta estrategia de transporte de valores. Una de las más importantes tiene que ver con la planeación misma del servicio: se debe de determinar el procedimiento de menor peligro, al considerar situaciones como la zona, la hora del día, la ruta, la prevención de una rutina predecible, o el nivel de seguridad mismo de la empresa cliente.

Por otro lado, se encuentra el factor humano. El personal que trabaja en este tipo de servicios no sólo es cuidadosamente seleccionado e investigado, sino que también se le entrena exhaustivamente para poder reaccionar de manera apropiada antes las amenazas, reales y probables. Aunque mucha gente considera frecuentemente que estos agentes se conducen con una actitud seca e incluso violenta o grosera, forma parte del elemento de disuasión de su empresa; en esta industria, hasta el suceso o persona más inocente es una potencial amenaza o distracción para el procedimiento.

El transporte de valores es un servicio estricto y excesivamente supervisado, pero debe ser así para poder proveer a sus clientes el grado de preparación y seguridad que prometen. Aunque en ocasiones sea difícil para la ciudadanía entenderlo, lo cierto es que la industria de la protección es en extremo cautelosa, algo necesario para poder cumplir su cometido comercial y proteger los intereses de sus clientes.

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