La nueva línea une las comunas de Cerrillos (en el sector centro-poniente de Santiago) y Providencia (en la zona oriente), con 10 estaciones, siete de las cuales son nuevas y cuentan con moderna tecnología.
De acuerdo a los cálculos de la empresa pública Metro, una persona tardaba hasta al menos 47 minutos en realizar el recorrido entre Cerrillos y Providencia, los que se reducirán a sólo 19 minutos con la nueva Línea 6.
Entre las estaciones del nuevo recorrido destacan “Lo Valledor”, cercana a un importante centro de abastos de la capital; “Franklin”, aledaña a un gran centro comercial, y “Estadio Nacional”, junto al principal coliseo deportivo del país.
Bachelet valoró que los habitantes de las comunas por donde pasa la nueva línea vayan a tener “una mejor conectividad, pensada para las mayorías. Las posibilidades que ofrece una ciudad como Santiago van a quedar al alcance de todos y se logran cambios positivos en los barrios, en las áreas comerciales y en nuevos polos urbanos”.
Recalcó que “esta gran obra pública es, como pocas, un avance democratizador, porque integra a más barrios y comunas a un sistema de transporte moderno y porque ayuda a modelar una ciudad más amable para todos”.
“La Línea 6 del Metro ha sido pensada para que todos, sin discriminación, sientan un cambio positivo en sus viajes. Nunca hay que perder de vista que un país que crece y que se desarrolla debe ser un país mejor para todos, no sólo para algunos”, subrayó.
Bachelet recordó que en diciembre de 2009, ya al término de su primer gobierno (2006-2010), anunció la construcción de esta nueva línea para reducir las brechas de conectividad en la capital chilena.
La Línea 6 tiene como gran novedad el pilotaje automático, con lo cual desaparece el tradicional conductor que tienen las restantes cinco líneas del Metro, ferrocarril que comenzó a operar en septiembre de 1975.
Además sólo posee boleterías electrónicas, con lo cual se eliminaron los cajeros que vendían boletos unitarios y cargaban las tarjetas de transporte.